Unas críticas en su opinión “desacertadas”, ya que en las oficinas de la piscina sólo se han registrado quejas de tres usuarios, los cuales consideraron que el agua estaba muy fría entre los días 7 y 8 de enero. Sin embargo, la temperatura se encontraba dentro de los límites establecidos en el reglamento para instalaciones deportivas públicas de este tipo, en la que el agua nunca debe estar excesivamente caliente para evitar bacterias y microbios.
En este sentido, Laynez ha aclarado, que el reglamento establece que el agua debe estar entre los 26º de mínima y los 28º de máxima y que el día 7 de enero, a primera hora el agua estuvo a 26,2º y cuando mayor afluencia de público hubo, estuvo a 26º, mientras que el 8 de enero se subió a primera hora de la mañana a 27,3º y en el momento de mayor afluencia a 28º.
Bien es cierto, que esos días las temperaturas registradas en la localidad fueron muy bajas, lo que obligó a aumentar la calefacción en el exterior de la piscina, y quizás eso, provocó una diferencia mayor de temperatura con respecto al agua.
El delegado de Deportes, que mantiene así que la normativa se ha cumplido, lamenta no obstante, que se hayan producido estas molestias, ya que asegura que todo el personal de la nueva piscina climatizada, así como el propio equipo de Gobierno, está preocupado porque los usuarios se “sientan satisfechos” con las nuevas instalaciones.
Para Laynez, los técnicos y empleados de la piscina se merecen “un margen de confianza, ya que las instalaciones son nuevas y hay que hacerse a ellas poco a poco”.
