No suelo acertar en mis pronósticos, así que no me aventuraré a subrayar una fecha en el calendario electoral andaluz. Ahora bien, no me digan que el ambientito político autonómico de estas últimas semanas no empieza a encontrar muchas similitudes con la antesala de las primarias del PSOE andaluz celebradas el pasado 13 de junio. Reiteraba por aquel entonces Susana Díaz que la votación orgánica se celebraría cuando tocara, es decir, tras el Congreso federal socialista. La presión fue tan insoportable que hizo inevitable que se precipitara el almanaque.
Salvando las distancias, porque nada tiene que ver la parte con el todo, es cierto que la mayoría de partidos está adoptando comportamientos clarificadores sobre la gran incógnita del nuevo curso político. Nadie, salvo Vox, quiere elecciones -o así lo manifiestan-, pero el reciente desembarco de Pedro Sánchez, Pablo Casado e Inés Arrimadas en Andalucía empieza a ser descaradamente delatador. Los mensajes de los líderes políticos andaluces tampoco espantan la sospecha de que algo se cuece y de que el puchero puede estar listo más pronto que tarde. Todavía resuena en San Telmo el aviso de Juan Marín (“Nadie entendería que fuéramos tan idiotas de convocar elecciones”) o la apostilla de Marta Bosquet (“Sería del género tonto. Los andaluces no nos perdonarías que pusiéramos las urnas”). Suenan casi a advertencias al socio de gobierno. A ello sumamos el intento de Javier Imbroda por enterrar ya las primarias de Cs para “cerrar filas” en torno a Marín. De inmediato, la dirección nacional de la formación naranja avisó que habrá que votar al candidato o candidata.
Claro que desde el PSOE tampoco andan muy finos con su oferta permanente de mano tendida al Gobierno andaluz para aprobar los Presupuestos de 2022 cuando ya empiezan a asumir en la Junta que habrá que prorrogarlos. Las peticiones casi desesperadas de numerosos dirigentes socialistas para que el presidente Juan Manuel Moreno reciba al secretario general del PSOE, Juan Espadas, rezuman un cierto tufillo a congoja del principal partido de la oposición a que el Gobierno andaluz pierda la estabilidad política de la que ha presumido toda la legislatura y anticipe los tiempos.
No se libra tampoco el PP con sus mensajes repetitivos de que no habrá adelanto, sin que nadie les preguntara al respecto en varias comparecencias públicas. ¿Cuánto tiempo serán capaces de aguantar este clima?
Pregunta que me gustaría plantear, en busca de su atinado olfato periodístico, a Don Francisco Giménez Alemán -ex director de ABC, ABC de Sevilla y Tele Madrid-, pero hoy solo me sale mandarle públicamente un fuerte y cariñoso abrazo. ¡Mucho ánimo Paco!
