Málaga. Noviembre de 2011. Un grupo de ladrones accede al depósito de Sanidad Exterior de Málaga y se lleva 300 kilos de droga. Cádiz, 28 de septiembre de 2012, casi un año después, en el depósito donde se custodia la droga incautada en las operaciones contra el narcotráfico en la provincia hasta que el juez dicta su destrucción, en la calle Granja de San Ildefonso, ocurre lo mismo.
Pese a los antecedentes, no ya sólo en Málaga, sino también otros robos en Sevilla, los precarios sistemas de seguridad no fueron mejorados lo suficiente y los ladrones se han llevado en Cádiz “unos 290 kilos de droga, en su mayoría cocaína y hachís”, según aseguró en la tarde de ayer la delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo.
La delegada afirmó ayer en rueda de prensa que este robo “me preocupa absolutamente y nos preocupa a todos; hay que minimizar estos depósitos porque tienen un peligro tremendo; esto había que haberlo hecho hace mucho tiempo y el Gobierno trabaja en los últimos meses para encontrar una solución”, pero lo cierto es que nada se ha hecho en este sentido. Por lo menos en Cádiz.
El Ministerio del Interior ha iniciado una investigación “para esclarecer lo ocurrido hasta sus últimas consecuencias”, añadió Crespo, quien no dio más detalles.
Sin embargo, según ha podido saber este medio, los ladrones lograron acceder al búnker practicando un butrón en la pared de un edificio colindante, que no se encontraba reforzada.
La cámara donde se guarda la droga incautada por los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado en la provincia se encuentra en el antiguo Parque Móvil. En dicho garaje, donde ahora se guardan los coches de la Policía Nacional, se construyó una cámara especial.
El lugar cuenta con videovigilancia y una alarma que no sirvieron porque cubría el área del garaje, no el interior del búnker. Como los cacos entraron atravesando la pared de la finca de al lado, el sistema no pudo alertar de lo sucedido.
Otro problema reside en que pese a que el depósito es el garaje de la Policía Nacional, allí se almacenan drogas incautadas por todos los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Sanidad Exterior y la Subdelegación del Gobierno son los responsables, pero al final, uno por otro y la casa sin barrer.
La cámara, repleta
Fuentes no oficiales afirman que la cámara estaba repleta de droga incautada, ya que el problema es ahora el traslado para destruirla. Con anterioridad se hacía en un crematorio en Jerez. Sin embargo, tras varias denuncias a Medio Ambiente se prohibió este método al considerar que podía ser perjudicial y ahora la droga incautada hay que trasladarla a Galicia. Esto ha provocado que el búnker estuviera repleto de droga acumulada desde hace por lo menos nueve meses.
En la mañana de ayer se vivía una calma tensa en la zona. En el lugar se comentaba el suceso, pero varios vecinos consultados por este periódico mostraron su sorpresa y afirmaron no haber oído nada raro en la noche del viernes. La ubicación del búnker no era un secreto para nadie. Era frecuente ver salir al camión que llevaba la droga hasta el crematorio de vez en cuando.
Los sindicatos policiales ya pusieron sobre la mesa en la reunión trimestral del 20 de diciembre de 2011, tal y como confirma el Sindicato Unificado de Policías, SUP, el problema de la falta de seguridad en el búnker.
Acciones tras lo de Málaga
El secretario provincial del SUP, Francisco Camacho, recuerda que tras el suceso de Málaga, su sindicato preguntó a la entonces comisaria provincial de la Policía Nacional, Concepción Vega, por el estado del depósito de droga. Un informe dejó claro que el sistema de seguridad era obsoleto, basado en cámaras que se activan por alteraciones del sonido y que se visualizaban en la Comisaría de la Policía Nacional de Cádiz, a apenas 120 metros del lugar. El SUP supo entonces que la responsabilidad del sistema recae en Sanidad Exterior y en la Subdelegación del Gobierno.
Vega mantuvo encuentros con ambas administraciones y logró algunas mejoras, como el blindaje de las puertas Las llaves del búnker están en manos de Sanidad Exterior, que acude allí cada vez que un juez se lo indica.
También para este año se llegó a un acuerdo de manera de que cada vez que alguien entrase o saliese del depósito de drogas, la Policía Nacional sería avisada y acudiría al mismo para ofrecer cobertura, algo que “no siempre se cumple, es decir, no siempre nos avisan”.
El SUP lo tiene claro: “No queremos señalar a nadie, pero lo que ha ocurrido debe servir para depurar responsabilidades porque es un caso flagrante de dejadez institucional, no es competencia de la Policía Nacional, es de dos administraciones públicas que han realizado un ejercicio de dejadez brutal”.