La fase 0 no ha sido rentable para una hostelería gaditana, que afronta una nueva etapa a partir de este lunes con incertidumbre y sin que le salgan las cuentas. La desescalada, hasta ahora, no sale a cuenta.
El presidente de la patronal Horeca, Antonio de María, aseguró esta semana en una entrevista de Ana Huguet en el programa Siente Cádiz, de 7TV, que en los primeros quince días en los que los establecimientos han podido atender bajo petición y con regida de comida, “solo han funcionado los caracoles”.
La cosa no va a ir mucho mejor a partir de hoy, cuando el Gobierno ha autorizado la reapertura de las terrazas de hostelería y restauración al aire libre, hasta en un número de mesas inferior al 50% de las autorizadas y permitiendo un máximo de diez personas en cada mesa o agrupación de mesas, respetando la distancia interpersonal de prevención del contagio.
De María indica que de los 8.000 establecimientos que hay en la provincia van a abrir muy pocos y puso de ejemplo Cádiz capital. “Aquí hay unos 1.000 locales; con terraza unos 400, y de esos funcionarán unos 80 o 90”, afirmó, pese a que la ciudad tiene paseo marítimo. “Abrir en estas condiciones significa perder dinero y no todo el mundo está en condiciones de perder dinero”, agregó.
Se dan tres circunstancias que explican que tan pocos establecimientos vuelvan a la actividad. En primer lugar, muchos de ellos tienen las terrazas como complemento al negocio del interior del local. Por otro lado, falta espacio, aunque este problema están en vías de solución en la mayoría de los municipios por la disposición que han mostrado los ayuntamientos para ampliar el espacio destinado a la terraza. Finalmente, falta seguridad jurídica. En este sentido, desveló que en un encuentro digital con la ministra de Comercio y Turismo del Gobierno de España, Reyes Maroto, el sector ha instado a que el Gobierno concrete la flexibilidad de la incoporación de los trabajadores afectados por un Expediente Temporal de Regulación de Empleo (ERTE) porque, si como dicta la norma ahora, hay que incorporar a todo el personal de una sola vez, no habrá empresario que lo aguante económicamente mientras no pueda operar al cien por cien.
El tiempo, según los pronósticos meteorológicos, tampoco acompañará.