Nada hace ver que a corto espacio de tiempo se vayan a ejecutar algún tipo de obra para al menos dar una solución al conflictivo punto negro en el que se ha convertido el histórico Puente de Hierro, único acceso por carretera a Navantia y La Carraca.
La ejecución de la obra prevista para finales del 2020 se vuelve a retrasar mientras la actividad en torno al astillero isleño y las instalaciones militares del histórico Arsenal, implican un importante movimiento de vehículos de manera continua cada mañana y tarde.
Tras la fallida licitación con un coste estimado en 1,2 millones de euros, se hace ahora necesario contar con tres nuevos informes medioambientales, pasos administrativos en los que está trabajando tanto Defensa como Navantia, tal y como asegura el presidente del comité de empresa de la factoría isleña, Jesús Peralta, en Radio La Isla.
Al problema de la elaboración y aceptación de los nuevos informes medioambientales se suma una nueva licitación, donde no se descarta que los costes de la actuación puedan sufrir alzas económicas importantes. En cualquier caso, las estimaciones que tienen los representantes de los trabajadores hablan de una actuación que vuelve a ser a largo plazo de tiempo, esto es, unos 18 meses para que incluso pueda existir una adjudicación de obra.
Tanto el personal militar como de Navantia viven desde hace años importantes caravanas a diario como consecuencia de las carencias que presenta esta vía. Las reclamaciones son constantes y motivo incluso de incremento de costes en la producción del astillero ya que en más de una ocasión se ha tenido que utilizar el medio marítimo para trasladar materiales que son imposibles hacerlo por carretera por las carencias de la actual vía. No cabe duda que ninguna de las partes quieren dejar pasar la aportación económica procedente de los fondos para infraestructuras que tanto Navantia como la Armada, tienen asignado a este proyecto que de nuevo tendrá un importante retraso.
Los trabajos a ejecutar suponen utilizar el actual carril fuera de servicio que se encuentra junto al histórico puente de Hierro, para acondicionar como carretera de doble sentido, un camino que corre paralelo a la nueva vía férrea, desde el enlace del Barrio Jarana a la Autovía A-4 y hasta su convergencia con el acceso actual a La Carraca.
En mayo de 2019, la Dirección General de Carretera resolvió la aprobación de un estudio previo para un nuevo vial con un plazo de redacción estimado de 12 meses.
