Cuando el fin de año llega es tiempo de hacer balance. Es un tópico típico que lo hagan los políticos, que hable el Rey y que se analice también el año deportivo en los distintos escalafones del deporte a nivel local, regional, nacional o mundial.
Y aquí en Jerez no vamos a ser menos. Y, por eso, días atrás, para nuestro fraternal Viva Jerez, le pedía a Juan Miguel Becerra una valoración de lo que había sido el año para el Xerez Club Deportivo y respondía que “lo mejor es que hemos terminado el año y estamos compitiendo ya que había dudas razonables de que así pudiese ser”. Eso es lo positivo, lo negativo es que esas dudas acechan también al año que está a punto de arrancar. Y es que la situación económica del club xerecista sigue igual o peor que estaba. Hay unos valientes, entre los que nos se encuentran ni Ricardo García ni Bastos ni siquiera Gallardo, quien dijo en un momento determinado que era el nuevo máximo accionista, que están poniendo dinero de sus bolsillos y que están sacando adelante el día a día de un club donde no entra ni un mísero euro. Y ya hay casas donde se escuchan ruidos de sartenes por aquello de que ya está bien de proteger al equipo, por mucho amor que se le tenga, que primero es lo que es y lo segundo será si se puede.
Pero es que además el año va a comenzar pendiente de la decisión que en Cádiz tome la jueza de lo mercantil respecto a la incidencia concursal presentada por una Liga de Fútbol Profesional que, liderada por Javier Tebas, está dispuesta a acabar con la entidad por la vía rápida, más allá que a la sociedad se la hubiesen cargado con anterioridad los nefastos dirigentes, por llamarlos de alguna manera, que han estado a su lado, incluida la fase concursal con su abogado, el ahora presidente de la patronal futbolística por la que se embolsa la nada despreciable cifra de 340 mil euros anuales, al frente. Dicen que la decisión de la jueza puede ir de la mano de lo que en los juzgados de Madrid suceda en torno a la querella presentada por el Xerez -¿quién la está pagando?- contra Tebas. Pudiese ser, pero no es menos cierto que en este mes de enero el Xerez se puede estar jugando su porvenir más inmediato como institución, porque si se decreta la disolución el equipo seguirá compitiendo, como el Orihuela la pasada campaña, hasta final de temporada si así lo desea pero sabiendo que su final está ya firmado. Otra cuestión será que el fallo de la jueza no sea el que muchos piensan y el club, la sociedad, siga con vida. Entonces sería el momento de no poner paños calientes y de analizar, desde la realidad, lo que más conviene a la institución, partiendo siempre de la base que Ricardo y Energy se tiene que ir, que las acciones deben recaer sobre los aficionados y que ellos terminen decidiendo si se puede con la carga o si no se puede, porque al final, sea en el próximo verano o sea en 2017 como estudian los abogados del club, el convenio hay que pagarlo y si no se paga pues ya se sabe lo que va a ocurrir. Por eso, entiendo, que cuando enero busque a febrero y se sepa a ciencia cierta cuál es la decisión de la jueza habrá que tomar el mando del club y posicionarse, desde la realidad de los números y no solo de los sentimientos, en ver por dónde puede y debe pasar el futuro.
El futuro del Jerez Industrial depende también, en orden a posibles ascensos, de lo que ocurra con los problemas en los que Ricardo García dejó embarcado a la entidad deportiva. De momento, la permanencia en la Andaluza parece asegurada y lo que es menester es que el equipo entre en una dinámica de luchar por algo más.
Y el Xerez Deportivo Fútbol Club sigue su camino firme en busca de alcanzar esa meta primera de la Tercera División. Por cierto que en los programas de Ondaluz he hablado mucho sobre la idoneidad de ir buscando el futuro para cuando el equipo llegue al fútbol profesional que, entiendo, es el gran objetivo. Y es que Tebas se ha empeñado ahora en una guerra para derribar a Villar y quedarse como único amo y señor del mundo del fútbol en España y, por ello, quiero entender que el tema de las sociedades anónimas deportivas no solo no se va a obviar sino que va a seguir siendo el futuro del profesionalismo futbolístico en este país durante muchos años. Por eso, desde el trabajo eficaz que se viene desarrollando bueno será ir pensando en ese próximo momento en el que el club pueda llevar al fútbol jerezano a las cotas de donde jamás debió haber salido y habrá que ir tensando los temas económicos para, llegado el caso, tener el dinero suficiente para esa conversión en sociedad anónima deportiva que, aunque no se quiere, me da el pálpito que es el único camino posible para militar en el fútbol profesional. Y si no que se lo pregunten al Eibar que siendo el club, junto al Numancia, mejor gestionado estuvo a punto de perder su sitio en Primera por el asunto de la ampliación de capital. Pero de eso habrá tiempo de hablar, porque primero habrá que salvar la próxima campaña en Segunda Andaluza y luego llegar a la Primera Andaluza y conseguir arribar a la categoría nacional. Y también se está a la espera de ir fortaleciendo la cantera, que debe ser el caldo de cultivo del futuro deportivo, y encontrar esos campos que son necesarios para, de una vez y por todas, tener una cantera de garantías, porque no se trata solo de jugar y ganar, sino de aprender y para eso se necesitan unos campos en condiciones donde poder desarrollar la labor.