Erase una vez que entre las más bellas y sofisticadas orquídeas vivía una que todas las demás rechazaban, porque desmerecían a tan egregia familia de portentosasflores. Alcanzada la madurez la denostada planta produjo unos pequeños frutos, unos pequeños chumbos, a los que se acercaban todo tipo de animales para ingerirlos, lo que hacía de aquel hábitat un lugar concurrido y alegre, para satisfacción de las gloriosas orquídeas que se pavoneaban de sus dotesante tantos invitados, que colaboraban engarantizar su polinización. Entonces descubrieron que quien convivía entre ellas no era una orquídea sino un cactus, que lejos de su hábitat natural eligió vivir en la umbría de los bosques más húmedos. El ser humano, siempre perplejo ante la Naturaleza, lo bautizó en su embriagado asombro como el ‘sueño del borracho’, mientras los más amables como el ‘cactus bailarín’
Pero también, érase una vez que entre los más suculentos cactus vivía uno que todos las demás rechazaban, porque desmerecían a una familia de formas tan ostentosas. Alcanzada la madurez la denostada planta produjo unas hermosas flores, que atraían con sus colores a todo tipo de animales, lo que hacía de aquel árido hábitat un lugar concurrido y alegre, para sorpresa de las plantas crasas que presumían ante tantos invitados de su capacidad de resistencia. Finalmente tuvieron que reconocer que la presencia del intruso era básica para la subsistencia de los miembros del ecosistema. Entonces descubrieron que quien convivía con ellos no era un cactus sino una orquídea, en concreto una bromelia, que lejos de su hábitat natural eligió vivir en los solanas de los roquedos más secos. El ser humano perplejo lo bautizó como ‘claveles de aire’, porque en su parcoentender la Naturaleza pensaba que solo se abastecíadel éter.
Hoy es el cumpleaños de Hans Christian Andersen, el enamorado de Málaga, que bien pudo escribir mejor estos cuentos en los jardines de su venerada Hacienda de Delius.Podría haber dado continuidad en una saga de su Patito Feo, en la que extendiera su moraleja sobre los prejuicios sociales observando que no solamente lo que es rechazado y después se convierte en una cualidad, es a beneficio del señalado sino de la comunidad. Feliz cumpleaños Don Hans.