¿Lorenzo se va?

Una de las muletillas -palabreja muy de moda esta última semana por el cruce entre Cabañas y Velasco- política de los últimos años ha sido la posibilidad de que el alcalde de Rota, Lorenzo Sánchez, no se presente. Quien conoce a Lorenzo sabe al menos dos cosas de él. Una que le gusta ser alcalde de su pueblo más que cualquier otra cosa, y dos que maneja los hilos suyos y los de su entorno con habilidad, brillantez y soberana eficacia. Lorenzo despierta pasiones, buenas o malas, pero nunca indiferentes, y ante eso hay que quitarse el sombrero porque es síntoma de determinación. A día de hoy Rota es uno de los municipios más solventes de la provincia de Cádiz, ha experimentado una expansión urbanística y turística muy por encima de la media, es un pueblo limpio, sano, bien cuidado, con estupendas y cuidadas playas y con una economía que, aún en crisis, se sostiene porque ha habido previsión, contención de gasto y, en definitiva, certera gestión. El último informe de fotocasa en cuanto a precios de alquiler de viviendas sitúa el metro cuadrado veraniego de Rota como el decimoséptimo más caro de España y el primero de la provincia de Cádiz, por encima de la capital, Chiclana o Conil, lo cual es muy bueno porque atrae turismo solvente y de calidad. Su vecina Chipiona es todo un ejemplo de lo contrario y a simple golpe de vista se aprecia la notable diferencia, a pesar de que las mismas aguas bañan similares playas.
Y dicho lo cual, ¿Lorenzo se va? De ser así, motivos de fondo tendrá. De ser así, Rota pierde, aunque planificador como es haya preparado el relevo con tiempo como Felipe Benítez hiciera con él en la figura de una dama que por encima de siglas defiende a su pueblo y a la que la distinguen las mismas virtudes que han hecho de Lorenzo Sánchez un buen alcalde. De ser así, ella también lo será. Lástima que los 6.500 votos de Roteños Unidos no valgan un diputado, ¿o puede que sumando cosas sí?, porque verle siendo clave en Diputación sería para no perderse una sesión, paquetón de pipas incluido. Pagaría por ello.
Una cosa más. Alcedo, no te montes más que te caes, y luego nos duele a todos.