Riccardo Seppia, de 51 años, fue interrogado ayer por el fiscal Stefano Puppo en la cárcel de Marassi, en Génova (noroeste de Italia), la misma en la que ingresó el 13 de mayo y a cuyo médico ha revelado que es seropositivo.
Sin embargo, contra el religioso, quien ha pedido el traslado de prisión por los insultos que recibe por parte de otros reclusos, no se ha formulado acusación de supuestos delitos contra la salud de las personas por las relaciones sexuales de riesgo que haya podido mantener, según informa la página web del rotativo milanés Corriere della Sera.