Según informa la NASA, los astronautas examinaron durante dos horas, con tecnología en 3D, el golpe que se produjo en la zona de la barriga de la nave durante el despegue.
Si bien las imágenes captadas deben ser enviados a la Tierra para su análisis, la NASA cree que no hay motivo para la alarma y que no habrá problemas durante el regreso de la nave. Poco después de revisar la nave, los ocupantes de la Estación Espacial Internacional (EEI) recibieron una llamada importante.
Además, el papa Benedicto XVI conectó ayer por vía satélite desde el Vaticano con los tripulantes y les transmitió su admiración por la valentía y el compromiso que demuestran al llevar a cabo las misiones espaciales.
“Estoy muy feliz de tener esta oportunidad extraordinaria de poder conversar con ustedes durante su misión. Sobre todo, estoy honrado de poder hablar con muchos de vosotros. En este momento la humanidad está atravesando un periodo de gran progreso desde el punto de vista del conocimiento científico y las aplicaciones tecnológicas”, afirmó Benedicto XVI.