En un artículo de opinión publicado en la edición de Córdoba del diario ABC, el obispo dice que el templo, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1984, es “catedral, sin lugar a dudas”, porque “es un templo de culto católico desde hace ocho siglos”, un periodo en el que la comunidad católica de Córdoba se ha ocupado de su “mantenimiento material” y donde también “celebra diariamente los misterios de la fe cristiana”.
Recuerda el obispo que el rey Fernando III el Santo “entró sin sangre en la ciudad el 28 de junio de 1236 y mandó consagrar el templo, que había sido construido como mezquita, y se salvó de la destrucción por las buenas negociaciones del rey Fernando con los ocupantes musulmanes de la ciudad, que querían destruirla antes de entregarse”.
El artículo también señala que cuando los musulmanes llegaron a Córdoba en el año 711, el lugar ya era “un lugar sagrado”, porque “en él se encontraba la antigua basílica de San Vicente mártir, que fue destruida”.