“Me preocupa la torpeza de las personas que tienen que ver con la dirección de Doñana en todos los niveles: estatal, autonómico y municipal, y de los cargos administrativos, porque no conseguimos llevar al público todo lo mucho y bien que se está haciendo en Doñana y todo lo que ha mejorado”, apostilló.
Científico vinculado a Doñana desde hace más de tres décadas y director desde más de otra de la EBD, entidad creada simultáneamente a este parque nacional, Hiraldo censuró en una entrevista con EFE las sucesivas discrepancias públicas sobre la gestión de este espacio protegido para el que reclama un mayor compromiso por parte del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM).
En su opinión, los gestores de Doñana generan “polémicas absurdas” y son incapaces de mostrar a la ciudadanía “que si hay un sitio donde el dinero que se está invirtiendo en conservación y en ciencia es rentable es en Doñana”.
Como ejemplo de estas torpezas “y de alguna estupidez” citó la polémica sobre la creación de un transporte público por la playa de Doñana, generada por “quien no tiene competencias” para proponerla o la filtración del deslinde de la playa de Doñana por parte del MARM como un conflicto con la Junta de Andalucía.
“El último sitio donde aplicaría la Ley de Costas de España sería en Doñana porque la ley del Parque Nacional protege más a este territorio que la Ley de Costas; ha sido una torpeza sin paliativos” del MARM, apostilló.
Hiraldo no quiere “ni pensar” que esta filtración persiga “vender” una imagen “muy conservacionista” del MARM porque, en su opinión, este Ministerio “es uno de los problemas que tiene Doñana; desde que se transfiere (a la Junta de Andalucía) está 'missing' y se ha olvidado de que sigue teniendo unas obligaciones con Doñana”.
“Si el Ministerio hubiera invertido en Doñana una cuarta parte del dinero que ha invertido en Daimiel para una recuperación que sigue siendo incierta, el problema del agua en Doñana se habría solucionado”, apostilló.
En su opinión, la próxima reordenación de los cultivos ilegales del entorno de Doñana es una buena oportunidad para que el MARM demuestre su voluntad conservacionista y colabore en que este espacio protegido sea “pionero”, esta vez, en consolidar una legislación que resuelva las tensiones.