La semana política comenzaba con la celebración de un pleno extraordinario y urgente cuyos puntos más importantes fueron, en primer lugar, la aprobación de un programa provincial por valor de 340.000 euros fruto de los remanentes de las cuentas inversoras de la Diputación de Cádiz durante el pasado ejercicio. Es la cantidad que le ha correspondido a Arcos, cuyo Ayuntamiento la empleará en una serie de obras con un criterio claro: mejorar la seguridad pública y atender algunas demandas vecinales.
Se ejecutarán obras como la reconstrucción de muro exterior de la parte trasera del colegio San Miguel, el arreglo del muro de contención de Puerta Carmona, el adecentamiento del muro del edificio Jarambalo (Fuente del Río), la mejora y sustitución del césped de la pista de fútbol siete del Barrio Bajo y la construcción de parques infantiles en Nueva Casina (Junta de los Ríos), Vega de los Molinos y Sierpes, zonas que carecían de espacios para el juego infantil.
Además, se dará un impulso a la terminación del edificio Emprendedores buscando su máxima eficiencia. Sólo esta obra contempla una inversión de 90.000 euros. Por último, se actuará en la mejora de algunos caminos rurales, en Jédula y en la instalación de una pérgola en la plaza Modesto Gómez del Barrio Bajo.
Al no encontrarse al corriente en el pago de Seguridad Social y Hacienda, se encomendará a la Diputación provincial de Cádiz la licitación de estas obras, en las que ha primado el informe técnico por encima de la opinión de los políticos, según viene defendiendo el equipo de Gobierno socialista. El punto salió adelante por unanimidad de los grupos.
Desde Ai-Pro, su portavoz, Manuel Erdozain, justifica la urgencia del pleno con el aprovechamiento de la subvención de Diputación, además de respaldar todo lo que suponga una nueva inversión. Sin embargo, entiende que se podría haber contado con la opinión de la oposición para la elección de las obras, así como con la opinión de distintos colectivos. No obstante, el grupo respaldó el punto con su voto favorable. Con los mismos argumentos se expresaron en la sesión los portavoces de Arcos en Común y Partido Popular, Susana Pérez y Sebastián Ruiz.
En nombre del equipo de Gobierno, el alcalde Isidoro Gambín sostuvo que son obras necesarias y demandadas, pero sobre todo “beneficiosas para los vecinos y vecinas de Arcos”.
En segundo lugar se aprobaron los precios públicos de los cursos de formación municipales, punto que ha salido adelante con el voto en contra de los tres grupos opositores. El voto de calidad del alcalde fue determinante para que saliera adelante. Se trata de la aplicación de precios a los cursos, que vendrán determinados por el número de alumnos. El Gobierno municipal ha puesto precio a este servicio porque no le quedaba otra ante la situación de la hacienda municipal. Es más, según el alcalde, habría sido del gusto del ejecutivo no cobrar tasa alguna y que los cursos fueran gratuitos. Sin embargo, la oposición le recriminó que el precio se triplique en algunos casos, dejando pocas opciones a los ciudadanos de formarse. La oposición sostuvo que debería haberse dado mayor previsión y estudiar otras alternativas, como manifestó la portavoz de Arcos en Común, que también criticaría que la reducción de cursos ha dado al traste con las expectativas de numerosos monitores. Ai-Pro consideró que la portavoz socialista, Ana Carrera, reculó en este punto porque la ratio de veinte alumnos por curso no es la más adecuada para la calidad educativa y la atención personalizada que requieren los alumnos, explicó Erdozain. Lo peor, según el portavoz opositor, es que el Gobierno “se cargará” estos cursos con las tasas establecidas, poniendo la formación de los arcenses en manos de empresas privadas. Ai-Pro cree que las tasas se disparan en algún caso al 150 por cien, para afectar negativamente a jóvenes y mayores que deseen iniciar un proceso formativo. Sin embargo, se lamentó de que el criterio para las escuelas deportivas sea la gratuidad sin que en este punto pese un informe de Intervención. En la misma dirección se pronunció el PP.
El alcalde opinó que los precios aprobados son “una consecuencia de la malísima gestión del anterior equipo de Gobierno”. Por responsabilidad, el Ayuntamiento tiene que ofertar una serie de cursos, que nunca deberán ser deficitarios, lo cual depende directamente de la demanda .
Gambín justificó la subida en algunos casos con la reducción de ingresos en el Ayuntamiento, una merma que sitúa en el cincuenta por ciento. “Me gustaría que los cursos fueran gratuitos pero no lo podemos hacer. Hay pagar monitores, cuotas de Seguridad Social, a Hacienda, gatos de materiales... y eso hay que pagarlo con el dinero de todos. No queremos ganar dinero pero tampoco que nos cueste”, concluyó el alcalde.
