Andalucía
La economía social se coloca como ejemplo ante la crisis
Abogan por reformar el mercado laboral adaptando los horarios antes que despedir
Apuestan por el fomento del alquiler para dar salida al stock de viviendas actual
El sector de la economía social -aquella basada en la participación tanto en la gestión como en el reparto de beneficios- parece que se está convirtiendo en un ejemplo a seguir para salir de la crisis económica a tenor de las conclusiones que recoge el Colegio de Economistas de Sevilla en una de sus últimas publicaciones, en la que recomienda, entre otras reformas, ajustar las horas de trabajo en vez de despedir o apostar por el alquiler para dar salida al stock de viviendas actual.
El decano del Colegio de Economistas de Sevilla, Guillermo J. Sierra, era el encargado de presentar el Cuaderno nº 2: Crisis económica, Reformas y Economía Social del Observatorio de la Economía Social de Andalucía, que promueve el Colegio con el patrocinio de Cajasol y en el que han querido analizar, a través de varios artículos, la crisis actual, causas y efectos, su impacto en la economía y aquellas reformas que podrían contribuir a mejorar el funcionamiento económico a corto y largo plazo.
Una de esas reformas está directamente enfocada al cambio de modelo económico, con una apuesta clara por trasladar algunos de los conceptos básicos y fundamentales de la economía social al mercado de trabajo.
Así, desde uno de sus artículos se recomienda “una reforma del mercado de trabajo cuyo eje central se debe orientar incentivar el ajuste de las horas de trabajo frente al empleo para crear un colchón que evite en momentos como los que vivimos el crecimiento tan elevado del paro, llevando a adoptar a las empresas un comportamiento similar al que adoptan las empresas de la economía social”.
La segunda de las reformas se dirige a uno de los sectores que más está padeciendo la crisis económica y, por ende, la que más desempleo ha generado en los últimos tiempos, como es el sector de la construcción y el inmobiliario.
De esta forma, desde el Colegio de Economistas se apunta a una necesaria reforma del mercado de la vivienda para fomentar el alquiler, “permitiendo dar salida a miles de pisos que están siendo un lastre para las entidades financieras y haciendo posible que los alquileres de las viviendas bajen más del 50% de los precios actuales”.
Nuevos fundamentos
El artículo no se queda ahí, sino que apuesta por los fundamentos de la economía social -en la que se engloban cooperativas, sociedades laborales, empresas de reinserción o centros especiales de empleo, entre otras- para orientar la economía ante la crisis y “aprovechar las oportunidades globales, favoreciendo la innovación y que ésta se traslade a satisfacer necesidades”, uno de los ejes básicos de este sector productivo.
Como no podía ser menos, la publicación también incluye un “breve análisis” de la supervivencia de las empresas de la economía social andaluza, comparándola con España, un artículo del que se extrae que Andalucía posee un sector con empresas de menores dimensiones y, a la vez, la mayor importancia que presentan en la construcción.
Asimismo, también valora las dimensiones medias de las cooperativas y las sociedades laborales desde 1998, comprobando cómo las dimensiones de las sociedades laborales han disminuido y en el caso de las cooperativas han aumentado -hasta un total de 400 en el 2008, según Gutiérrez-, siendo en muchos casos las sociedades laborales con más intensidad micropymes por su tamaño.
Análisis del sector
La publicación también se estudia la creación de empresas de economía social -cooperativas y sociedades laborales- y su relación con el ciclo de la economía desde 1999, comprobando que en esta década se han producido cambios respecto a la década anterior, a los que hay que buscar una explicación. Los autores analizan el comportamiento de las cooperativas y el ciclo económico, de modo que el crecimiento del PIB respecto a Andalucía ha cambiado, así hasta 1998 la relación era inversa y a partir del año 1999 la relación ha pasado a ser positiva.
Además, el comportamiento que relaciona en España el crecimiento del PIB con las tasas de crecimiento de las cooperativas sigue siendo inverso durante todo el período, aumentando la correlación desde el año 2000 cuando se eliminaron los efectos de leyes nuevas de cooperativas en el ámbito nacional.
Respecto al comportamiento de las sociedades laborales y el ciclo económico concluyen que el comportamiento que relaciona en Andalucía el crecimiento del PIB con las tasas de crecimiento de las sociedades laborales ha cambiado en el mismo sentido que en el caso de las cooperativas entre el primer período 1991-1997 en el que se da una relación inversa, y el segundo 1998-2007 en el que la relación es positiva o directa.
Además, el comportamiento que relaciona en España el crecimiento del PIB con las tasas de crecimiento de las sociedades laborales es inverso hasta 1997. Pero de 1998 a 2007 -aunque cambia el signo de la correlación, al ser muy baja- no se da un comportamiento homogéneo, si bien a partir de 2003 vuelve a aparecer un comportamiento inverso, que aunque no es elevado, cuando la relación con el PIB se hace del número absoluto de sociedades o empresas, la correlación inversa alcanza el -95 por ciento.
La banca debe apoyar objetivos verdes
La presidenta del Instituto Transnacional de Amsterdam y analista política, Susan George, asegura que “es el momento de tomar el control de los bancos que han recibido dinero público y obligarlos a que presten para objetivos de conversión verde”, y así “servirse de la crisis financiera para salir de la climática”.
George (1935), escritora y una de las líderes de movimientos sociales que cuestionan procesos de globalización ajenos a consideraciones sociales y culturales y a la diversidad de los pueblos, lo planteó a Efe con motivo de la conferencia inaugural que pronunció en los cursos internacionales de verano de la Universidad de Málaga.
“Es el momento de buscar el dinero allí donde está, en los intercambios internacionales, en los mercados financieros, y poner impuestos en las transacciones financieras, tasas en los cambios de divisa; un euro por cada mil”, destacó.
Apuntó que “hay organismos que se encargan de las transacciones internacionales y escribiendo cuatro líneas de códigos informáticos podría hacerse, no es un problema técnico; no hace falta una ley en cada país”.
Susan George, también presidenta del Observatorio de la Mundialización, demanda gravar las transacciones financieras con un impuesto para financiar iniciativas verdes, aunque explica que “la Banca central europea es un obstáculo porque no está por la labor, es un gran obstáculo”.
El decano del Colegio de Economistas de Sevilla, Guillermo J. Sierra, era el encargado de presentar el Cuaderno nº 2: Crisis económica, Reformas y Economía Social del Observatorio de la Economía Social de Andalucía, que promueve el Colegio con el patrocinio de Cajasol y en el que han querido analizar, a través de varios artículos, la crisis actual, causas y efectos, su impacto en la economía y aquellas reformas que podrían contribuir a mejorar el funcionamiento económico a corto y largo plazo.
Una de esas reformas está directamente enfocada al cambio de modelo económico, con una apuesta clara por trasladar algunos de los conceptos básicos y fundamentales de la economía social al mercado de trabajo.
Así, desde uno de sus artículos se recomienda “una reforma del mercado de trabajo cuyo eje central se debe orientar incentivar el ajuste de las horas de trabajo frente al empleo para crear un colchón que evite en momentos como los que vivimos el crecimiento tan elevado del paro, llevando a adoptar a las empresas un comportamiento similar al que adoptan las empresas de la economía social”.
La segunda de las reformas se dirige a uno de los sectores que más está padeciendo la crisis económica y, por ende, la que más desempleo ha generado en los últimos tiempos, como es el sector de la construcción y el inmobiliario.
De esta forma, desde el Colegio de Economistas se apunta a una necesaria reforma del mercado de la vivienda para fomentar el alquiler, “permitiendo dar salida a miles de pisos que están siendo un lastre para las entidades financieras y haciendo posible que los alquileres de las viviendas bajen más del 50% de los precios actuales”.
Nuevos fundamentos
El artículo no se queda ahí, sino que apuesta por los fundamentos de la economía social -en la que se engloban cooperativas, sociedades laborales, empresas de reinserción o centros especiales de empleo, entre otras- para orientar la economía ante la crisis y “aprovechar las oportunidades globales, favoreciendo la innovación y que ésta se traslade a satisfacer necesidades”, uno de los ejes básicos de este sector productivo.
Como no podía ser menos, la publicación también incluye un “breve análisis” de la supervivencia de las empresas de la economía social andaluza, comparándola con España, un artículo del que se extrae que Andalucía posee un sector con empresas de menores dimensiones y, a la vez, la mayor importancia que presentan en la construcción.
Asimismo, también valora las dimensiones medias de las cooperativas y las sociedades laborales desde 1998, comprobando cómo las dimensiones de las sociedades laborales han disminuido y en el caso de las cooperativas han aumentado -hasta un total de 400 en el 2008, según Gutiérrez-, siendo en muchos casos las sociedades laborales con más intensidad micropymes por su tamaño.
Análisis del sector
La publicación también se estudia la creación de empresas de economía social -cooperativas y sociedades laborales- y su relación con el ciclo de la economía desde 1999, comprobando que en esta década se han producido cambios respecto a la década anterior, a los que hay que buscar una explicación. Los autores analizan el comportamiento de las cooperativas y el ciclo económico, de modo que el crecimiento del PIB respecto a Andalucía ha cambiado, así hasta 1998 la relación era inversa y a partir del año 1999 la relación ha pasado a ser positiva.
Además, el comportamiento que relaciona en España el crecimiento del PIB con las tasas de crecimiento de las cooperativas sigue siendo inverso durante todo el período, aumentando la correlación desde el año 2000 cuando se eliminaron los efectos de leyes nuevas de cooperativas en el ámbito nacional.
Respecto al comportamiento de las sociedades laborales y el ciclo económico concluyen que el comportamiento que relaciona en Andalucía el crecimiento del PIB con las tasas de crecimiento de las sociedades laborales ha cambiado en el mismo sentido que en el caso de las cooperativas entre el primer período 1991-1997 en el que se da una relación inversa, y el segundo 1998-2007 en el que la relación es positiva o directa.
Además, el comportamiento que relaciona en España el crecimiento del PIB con las tasas de crecimiento de las sociedades laborales es inverso hasta 1997. Pero de 1998 a 2007 -aunque cambia el signo de la correlación, al ser muy baja- no se da un comportamiento homogéneo, si bien a partir de 2003 vuelve a aparecer un comportamiento inverso, que aunque no es elevado, cuando la relación con el PIB se hace del número absoluto de sociedades o empresas, la correlación inversa alcanza el -95 por ciento.
La banca debe apoyar objetivos verdes
La presidenta del Instituto Transnacional de Amsterdam y analista política, Susan George, asegura que “es el momento de tomar el control de los bancos que han recibido dinero público y obligarlos a que presten para objetivos de conversión verde”, y así “servirse de la crisis financiera para salir de la climática”.
George (1935), escritora y una de las líderes de movimientos sociales que cuestionan procesos de globalización ajenos a consideraciones sociales y culturales y a la diversidad de los pueblos, lo planteó a Efe con motivo de la conferencia inaugural que pronunció en los cursos internacionales de verano de la Universidad de Málaga.
“Es el momento de buscar el dinero allí donde está, en los intercambios internacionales, en los mercados financieros, y poner impuestos en las transacciones financieras, tasas en los cambios de divisa; un euro por cada mil”, destacó.
Apuntó que “hay organismos que se encargan de las transacciones internacionales y escribiendo cuatro líneas de códigos informáticos podría hacerse, no es un problema técnico; no hace falta una ley en cada país”.
Susan George, también presidenta del Observatorio de la Mundialización, demanda gravar las transacciones financieras con un impuesto para financiar iniciativas verdes, aunque explica que “la Banca central europea es un obstáculo porque no está por la labor, es un gran obstáculo”.
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