Ya el sábado 13 se abría el Recinto de El Silo, que ha acogido el certamen, y que a lo largo de toda la jornada recibió la visita de curiosos y aficionados a estos “locos cacharros”, verdaderas joyas de colección en algunos casos.
Tras una comida en el Club Fuente del Rey, a media tarde se celebraba un pasacalles por las calles de la ciudad.
El domingo, desde las 11 de la mañana se repitió el recorrido que ya el año pasado se convirtiera en el momento más atractivo de la feria, la ruta turística por la comarca. Saliendo por la N-432a en dirección a Córdoba, la comitiva, al llegar al cruce con la JA-4304 giró a la derecha en dirección a la aldea de Charilla. En dicha aldea, la primera parada fue en el polideportivo , con desayuno incluido. Posteriormente, el alegre convoy siguió por la “Pista de Charilla” en dirección a la aldea de Santa Ana para girar a la izquierda al llegar a la JA-4302, en dirección a Frailes. Posteriormente se dirigieron hacia la aldea de Ribera Baja, cruzando esta aldea sin detenerse, aunque con un control de paso con regalos para los participantes. Más tarde, incorporación a la A-403 en dirección hacia Benalúa de las Villas, para poco antes del limite de la provincia desviarse a la derecha por la JA 1011 hacia la aldea de Mures donde se efectuó una parada en el polideportivo, para tomar un refrigerio. A continuación, salida de Mures por la JA-4301 en dirección a la N-432 por donde la comitiva volvió a entrar en Alcalá la Real por la Avda. de Andalucía.
La feria, organizada por el Club Clásicos La Mota, ha supuesto un excelente fin de semana de convivencia y una magnífica ocasión para revivir la nostalgia y la magia de estos viejos modelos, en muchos casos, ejemplares verdaderamente singulares y únicos.