Litoral, mi tesoro

Cada vez que pintamos la silueta de los continentes sin saber delineamos el ecosistema global más amenazado. Esa estrecha franja entre el mar y la tierra, en constante cambio, presenta una diversidad de organismos sin parangón, a la par que una altísima productividad de la que todosnos beneficiamos. Aquí durante medio siglo nos hemos lucrado con pingues beneficios de una Costa que hemos puesto al servicio de una actividad, la turística en todas sus formas, aun anclada en maneras de explotación poco respetuosas con el entorno. Hace unos días Jaime Pereña defendía su Tesis doctoral sobre la valoración patrimonial de los hábitats del litoral andaluz. Su trabajo de años ha sido excepcional, recorriendo cada uno de los parajes de esa extensa interfase entre las tierras de Andalucía y sus dos mares, el Golfo de Cádiz y el Mar de Alborán. Entre los interesantes resultados de su investigación sobresale la evidencia de como el litoral malagueño se ha convertido en apenas unas décadas en una barrera para las comunidades de organismos, entre los mejor conservados del entorno de Cabo de Gata y la franja atlántica desde el Estrecho hasta las Marismas de Isla Cristina. La discontinuidad de este medio de tanta riqueza es flagrante, apenas disimulada por unos puntos suspensivos, como Maro-Cerro Gordo, Dunas de Artola o la degradada Desembocadura del Guadalhorce. La afección de estos espacios por la intervención humana en sus entornos predice que ellos también se diluirán como lágrimas bajo la lluvia. No es baladí que los metros lineales de piscinas en la Costa del Sol ya superen la longitud de su litoral. Nos estamos quedando sin litoral y la evidencia de que somos insensibles ante ello es la falta capacidad de respuesta de las distintas administraciones ante los derechos adquiridos por el mercado. El mejor ejemplo lo tenemos bien cerca, es el caso de Arraijanal. Si Gollum habitara aquí seguro que acariciaría este espacio a la vez que murmuraría aquello de Mi tesoro. Enhorabuena al nuevo doctor por poner sobre la mesa un problema que es acuciante resolver y cuya receta tan bien apunta.