Con la cabeza alta y taxativa a la hora de reivindicar su inocencia pero con una sonrisa amarga que evidencia los difíciles momentos que están pasando ella y su familia desde que el Supremo la enviara a prisión el pasado 21 de diciembre, confirmando la sentencia condenatoria de cuatro años y medio de la Audiencia Provincial. Así se mostró ayer la exalcaldesa socialista Pilar Sánchez a su llegada a los juzgados para declarar como testigo en el juicio por el caso ‘Estación de Autobuses” que sienta a Pedro Pacheco en el banquillo. “Me encuentro muy mal. Es tremendamente doloroso e injusto. Estoy ante una sentencia absolutamente desproporcionada basada en graves apreciaciones erróneas, desde mi punto de vista, que llevan a un persona inocente y de honor a una condena de cuatro años y medio, que se dice pronto”.
Sus manifestaciones se convertían así en un “alegato” en el que Sánchez, bajo la atenta mirada de su marido y de su abogado Juan Pedro Cosano, advertía de lo “incomprensible” que le resulta estar con un pie en prisión por la concesión irregular de una subvención a una empresa para instalarse en el Parque Tecnológico Agroindustrial. “La misma sentencia lo dice: que no hay pruebas, que hay indicio, y que no hay ánimo de lucro, ni falta nada; no ha habido ningún perjuicio para el Ayuntamiento, puesto que además la parcela la volvió a tener el Ayuntamiento”. Pese a todo, sigue teniendo “esperanza” en el Estado de Derecho y en el recurso de Amparo y de Súplica que ha presentado para evitar su ingreso en prisión. “Espero que haya una respuesta a lo que considero que es justo”; “me ha costado muy caro ser alcaldesa de Jerez”, dijo, tras ahondar en el “calvario” por el que pasó hace ahora un año y en el que sigue inmersa a la espera de lo que ocurra en los próximos días. “En febrero del año pasado mi nombre aparecía en todos los medios de comunicación y mi rostro daba la vuelta a España porque se filtra que estoy relacionada con los cursos de formación en una pieza que estaba bajo secreto de sumario. Dos o tres meses después el juzgado cerró el caso diciendo que no tenía nada que ver, pero nadie pidió disculpas”.
Antes de ese episodio, como relató, “pasé también el calvario de ser juzgada por el caso de los asesores, que aunque en España todos tienen asesores, yo pasé por el banquillo, pese a que nome acusaba ni Fiscalía ni la acusación. Se me absolvió pero la Fiscalía consideró que no había que aplicar la doctrina Botín y curiosamente hoy obstinadamente se emplea en que se aplique a la Infanta de España”. Tampoco pasó por alto que fue “la única alcaldesa de toda España España juzgada por el Plan E. Presenté certificados de otros ayuntamientos en los que se hizo lo mismo (pagar la nómina con el Plan E) pero no me sirvió de nada y pasé por el banquillo".
“Entiendo que es la hora de condenar a los políticos, pero yo soy inocente, no me he llevado nada de nadie. Que yo tenía interés en que una empresa creara empleo en una de las ciudades con más paro de España, claro que sí, pero no me llevé nada ni participé en ningún expediente”, concluyó con la voz quebrada.
