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Viernes 15/11/2024
 
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Sevilla

Juzgan este jueves al atracador de un chalé de Santa Clara que fue tiroteado por el dueño

El Juzgado de lo Penal número 10 juzgará este jueves al joven que fue detenido el día 21 de junio de 2014 por robar en un chalé del barrio de Santa Clara y herir con un arma blanca al propietario, que a su vez le disparó con una escopeta alcanzándole en una pierna

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El Juzgado de lo Penal número 10 de Sevilla juzgará este jueves al joven que fue detenido el día 21 de junio de 2014 por robar en un chalé del barrio sevillano de Santa Clara y herir con un arma blanca al propietario, que a su vez le disparó con una escopeta alcanzándole en una pierna, hechos por los que este último también será enjuiciado.

   Fuentes del caso han informado a Europa Press de que, en el juicio que se celebrará este próximo jueves, la Fiscalía de Sevilla pedirá para el presunto atracador cuatro años de cárcel por un delito de robo con violencia en casa habitada y otros cuatro años de prisión por un delito de lesiones, así como que indemnice con 7.850 euros al propietario de la vivienda por las lesiones y secuelas causadas.

   De su lado, el Ministerio Público pide para el dueño de la vivienda cinco meses de cárcel por un delito de lesiones con las atenuantes de legítima defensa y arrebato, así como el pago de 782,17 euros al dueño del coche donde viajaba el presunto atracador y que sufrió daños a consecuencia de los disparos efectuados.

LOS HECHOS

   En su escrito de acusación, al que ha tenido acceso Europa Press, el Ministerio Público relata que los hechos tuvieron lugar sobre las 9,00 horas del 21 de junio de 2014, cuando E.M.J., "con el ánimo de apoderarse de los efectos de valor que encontrase", entró por un ventanal que se encontraba abierto en una vivienda de la calle Fray Francisco de Pareja, encontrándose en el interior del inmueble con la empleada de hogar, a la que, colocándole un cuchillo en el cuello, le exigió que le indicase donde se encontraban los dueños de la vivienda.

   Al indicarle la empleada que estaban durmiendo en el dormitorio en la planta superior, el acusado la obligó a acompañarla hasta dicha habitación, y mientras subía sacó una pistola que portaba y se colocó un calcetín a modo de guante, resultando la pistola apta únicamente para disparar balines de plástico, "aunque por su forma resultaba fácilmente confundible con una pistola verdadera", según el escrito de acusación.

   Al llegar a la habitación, el acusado, que actualmente se encuentra en prisión, se dirigió a la cama en la que se encontraba el matrimonio y se subió a la misma esgrimiendo el cuchillo y la pistola, exigiéndoles que le entregasen el dinero, por lo que le abrieron la caja fuerte que se encontraba en el baño, momento en el que el acusado asestó una puñalada en el muslo al dueño de la vivienda y se dio a la fuga con joyas y dinero.

TRES DISPAROS MÁS

   El propietario del inmueble, "con el temor fundado" de que el acusado pudiese atacar a su mujer o a sus tres hijos menores, cogió una carabina del calibre 22 y salió en persecución del ladrón, de manera que, "con el ánimo de menoscabar su integridad física pero muy afectado por el temor y la angustia de la situación que se había producido en su habitación", realizó un disparo que alcanzó al otro acusado en la pierna.

   No obstante, el atracador logró llegar al coche con el que se había desplazado a la casa, momento en el que, "con el fin de impedir su huida con los efectos sustraídos y antes de proceder a avisar a la Policía o adoptar alguna otra medida para impedir su fuga, tales como haber pedido auxilio a algún vecino o tomar el número de matrícula del vehículo", el dueño de la vivienda realizó tres disparos hacia dicho coche, los cuales impactaron en el maletero y la luna trasera.

   Instantes después, se personó en el lugar la Policía, que detuvo tanto al atracador, que sufrió una herida por arma de fuego en el muslo derecho por la que tuvo que ser intervenido quirúrgicamente, como al dueño del piso, que sufrió una herida inciso contusa en el muslo derecho y trastorno de estrés postraumático.

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