Aseguran que es una empresa con superávit, que recibió un millón de euros con la venta del 49% de Aguas de Huelva y que no deberían de estar sufriendo las restricciones por parte del Ayuntamiento de Huelva. Pero los recortes también han llegado a la Empresa Municipal de la Limpieza, que ha comenzado sus protestas ante la negativa municipal de firmar un convenio “en el que tan sólo pedimos que se respete lo que tenemos”, afirmó a Viva Huelva María Barbosa, responsable sectorial de limpieza de UGT.
Pero más allá de las restricciones que están sufriendo las 102 trabajadoras en sus ingresos, la política municipal con esta empresa empieza a tener repercusión en uno de sus servicios principales: la limpieza de los colegios de la capital. Antonia Palma, portavoz del colectivo, señaló durante la protesta de este lunes a las puertas del Ayuntamiento, que ahora mismo se está haciendo “un servicio pésimo en los colegios, lugares que deberían estar como quirófanos y en los que ahora mismo estamos recogiendo las papeleras, limpiando las pizarras y los servicios y poco más”. Estas afirmaciones fueron corroboradas por María del Carmen González, presidenta del comité de empresa, quien añadió que al tener que estar cubriendo el trabajo de las compañeras que están de baja, “cada trabajadora está haciendo el trabajo de tres, y en los colegios ni estamos limpiando los suelos, ni las mesas ni otras cosas porque así lo está ordenando la empresa”.
Aunque por el momento descartan ponerse de huelga en la limpieza de los colegios, es algo que no tachan en su ruta de protestas que inauguraron este lunes. Por ahora, y hasta que se firme el convenio, habrá concentraciones diarias en las puertas del Ayuntamiento. Por ahora, como indicó González, los representantes municipales “no están por la labor de negociar”.
Recortes económicos
Asegura González que en la reunión de este lunes con Saúl Fernández y Antonio Fernández, presidente y gerente de la empresa, respectivamente, le han anunciado un “millonario” recorte para los presupuestos del próximo año. Hasta ahora, las 102 trabajadoras ya han visto cómo una paga de 300 euros en concepto de asistencia, que debían haber cobrado el pasado 15 de octubre, ha desaparecido. Dicen adiós a la paga extra de Navidad; tienen que cubrir ellas mismas las bajas por enfermedad de alguna de sus compañeras, y no se han cubierto las jubilaciones, con el desdoble de trabajo y la merma en la calidad del servicio que conlleva; han perdido la ayuda de estudio que recibían para hijos de entre 0 y 25 años y se ha congelado la antigüedad.
El próximo intento de llegar a un acuerdo con el Ayuntamiento será el 3 de diciembre, cruzando los dedos para que, como reza el resignado dicho, ‘virgencita, que me quede como estoy’.
