Varias son las lecturas que se extraen del congreso extraordinario que en la tarde de ayer celebró el Psoe gaditano en Chiclana y del cual obtuvieron los renovadores una victoria por la mínima que, leída en toda su extensión, significa mucho más. Muchísimo más. La lista defendida por Irene García y encabezada por Jiménez Barrios se impuso por 166 votos contra la avalada por Luis Pizarro y Paco Cabaña y liderada por Gema Araujo, en la que el actual secretario provincial, lo nunca antes visto, ocupaba el octavo lugar, se quedaba en 164. Más un voto en blanco. Este voto en blanco viene a representar el cambio que los socialistas quieren para Cádiz y no ven en la figura de Jiménez Barrios, que tras la escasa victoria alcanzada queda muy en entredicho de cara a optar a la secretaría provincial del congreso ordinario de julio. De hecho, un alto porcentaje de renovadores, se intuye, se posicionaron con Araujo al no ver en Barrios una cara que les representara, y eso se dejó notar en el rostro de éste una vez realizado el recuento final.
Igual de expresiva resultó tanto la imagen de Pizarro como la de Cabaña, que por primera vez pierden un congreso en Cádiz a pesar de haber moldeado su candidatura de renovación con rostros jóvenes, asumiendo una derrota que además de histórica representa, o puede hacerlo, el principio del fin para una corriente que ha dominado el Psoe gaditano durante décadas.
Si los pizarristas han sido los claros perdedores de este congreso y Jiménez Barrios, a pesar de la victoria, no está para descorchar cava, la reluciente vencedora ha sido Irene García, alcaldesa de Sanlúcar, que si en el congreso de enero en El Puerto, en el peor momento de Griñán, perdió por nueve votos, ayer se alzó con la victoria a pesar de aceptar que su candidatura fuera encabezada por alguien que internamente despierta mucho rechazo en su corriente y que por ello deja la sensación de que la victoria pudo ser mucho más abultada si la candidatura hubiese sido otra. Eso refuerza la imagen de la alcaldesa de Sanlúcar para optar a la secretaría provincial en julio y despeja dudas en Sevilla, donde anoche transmitían la idea de “preparar a conciencia el próximo congreso” y no precisamente por parte de Susana Díaz, que junto con otros se ha posicionado en este proceso del lado de Jiménez Barrios.
García sorprendió a todos al inicio del congreso de ayer proponiendo una lista de consenso, a lo que ni pizarristas ni, sorprendentemente, el presidente del congreso, José María Román, aceptaron, este último tal vez porque sigue moviéndose en clave local por el enfrentamiento añejo que mantiene con Barrios, lo que ayer le llevó a tomar posiciones muy intermedias que a los de su corriente no gustaron.
Tras el recuento hubo mucho seguimiento en redes sociales donde, entre otros, Cabaña lanzó mensajes muy duros contra la corriente vencedora, aunque destacable en este sentido fue la sonora bronca que le echó a Raquel Arenas, de la agrupación de Cádiz, que fue en la lista de García y a la cual, literalmente, “dijo de todo”. Democracia en estado puro.
A partir de ahora se abre otro debate. Tras el enorme esfuerzo realizado estos días por la gente de Luis Pizarro no han logrado ganar, Jiménez Barrios ve muy debilitadas sus posibilidades e Irene García luce liderazgo y es de suponer que a él se sumen los suficientes para acudir al congreso de julio con ciertas garantías de victoria. Todo ello, claro está, si los apoyos se traducen en realidad y hay un cierre de filas, cosa en el Psoe nunca es de suponer.
La alcaldesa de Sanlúcar, feliz y habituada últimamente a ganar todo aquello a lo que opta, quiso celebrar la victoria a lo grande con sus más cercanos en el McDonalds, uno de sus restaurantes favoritos.
