Estos son
algunos de los motivos por los que agricultores y regantes han salido esta mañana a las calles de Alicante
exigiendo justicia y medidas para defender al sector agrario.
Joaquín Melgarejo, director del Instituto del Agua y de las Ciencias Ambientales de la Universidad de Alicante, ha explicado en Noticias 8 Mediterráneo que esta merma en los aportas puede tener dos efectos medioambientales de primera magnitud para el sur de la provincia de Alicante como “el coste ambiental por las mayores emisiones de CO2 para fabricar agua desalinizada, que pueda sustituir en parte ese recorte del trasvase Tajo-Segura” y, por otro lado, que pueda haber “menos agua en las plantas depuradoras y mayor precio para los abastecimientos”.
El director del Instituto del Agua ha confirmado que la alternativa de las desaladoras
no es viable por su coste “sobre todo en estos momentos donde estamos viendo una fuerte subida de los precios de la energía”.
Melgarejo no cree que “el recorte de agua del trasvase vaya a servir para
generar nuevos regadíos en Castilla-La Mancha”, sino que se trata de “un acto absolutamente gratuito por parte del Gobierno de la nación que a nadie beneficia y sí que tiene unos perjudicados muy claros que son tanto los abastecimientos como el sector agrario y el regadío de las provincias de Murcia, Alicante y Almería”.
Sin embargo, también piensa que esta noticia fue muy bien recibida en Castilla-La Mancha porque “
han hecho una bandera política de esta cuestión, que ha sido seguida por la ministra de Transición Ecológica y es una decisión absolutamente irracional”. En este sentido, Melgarejo ha criticado que “no han hecho caso a todos los informes que desde un punto de vista técnico hemos enviado desde diferentes organismos para rebatir todos y cada uno de los principios que desde el Ministerio nos iban lanzando”.