En la
Administración de Lotería del Paseo del Colorado, en la zona de
Playamar (Torremolinos), se mezclan los números con la prensa del día, las chucherías y los souvenirs. Un vecino pregunta por el periódico italiano Il Corriere della Sera y la conversación se torna hacia el lado dulce de la Navidad italiana: el Panettone. Mientras, los
décimos de lotería esperan a que alguien los elija como su número de la suerte.
Sabrina Borghi regenta esta pequeña administración cerca del mar
junto a su marido y Sara. Los tres tuvieron la suerte de
repartir el pasado día 22 de diciembre, día de la Lotería de Navidad, el premio Gordo, que fue el número 03347. Borghi vendió
por terminal dos décimos, es deci
r, repartió un total de 800.000 euros. “El
7 y el 5 son los números favoritos. De hecho, el
47 estaba ya agotado una semana antes del sorteo en todas las terminales de España y nadie podía vender ningún número acabado en 47”, asegura.
Además de este gran premio, en esta administración, que lleva
abierta desde hace seis años, han repartido un
primer premio de la lotería del Niño, un
segundo premio de la lotería de Navidad, tan solo dos días días antes de este sorteo repartió
17.000 euros en una Bonoloto, a lo que se suman
10.700 euros del Gordo de la Primitiva, hace un par de meses.
Otro hogar de la buena suerte es la
Administración de Loterías número 72 ‘Los Jazmines’, en la plaza del Lido, también muy cerca del mar.
Elena Porras y Paqui Martos dieron el
segundo premio en el sorteo de Navidad de 2016 y
“este año hemos repartido
406.000 euros en premios, que no está nada mal”, cuentan a Viva Málaga.
Además, coinciden en afirmar que los números favoritos este año son el 5 y el 7, “aunque este año
han pedido mucho también el 4, que se agotó semanas antes”, detallan.
A pesar de que el no
sorteo extraordinario que llegará el próximo 6 de enero no es tan exitoso como el de Navidad, en ambas administraciones están de acuerdo en que
las ventas crecen bastante después de este día, “cuando los clientes vienen a cambiar sus décimos premiados y se llevan para el segundo sorteo más importante del año”.
Además de la ilusión de repartir millones en estos días, las
anécdotas también se cuentan por millones. “Desde aquel que viene corriendo para comprobar si es el suyo, hasta lo que nos sucedió a nosotros, que vimos que lo habíamos dado, pero no encontramos con los nervios el número entre los albaranes”, cuentan Porras y Martos. Queda
menos de una semana para saber si volverá a haber lluvia de millones cerca del mar.