El presidente del ente mancomunado, Juan Sánchez, presentó la campaña de limpieza de las playas, con un presupuesto superior a los 812.000 euros, en la que trabajaron 10 embarcaciones para la recogida de basura, que, posteriormente, se traslada a la planta de tratamiento de residuos de Casares.
Por su parte, el delegado de Playas de la Mancomunidad, David Valadez, comentó que este plan contribuye a ofrecer una imagen de excelencia turística y destacó la conveniencia de que todos los municipios se adhieran a este tipo de campañas, ya que "ha quedado demostrado que la actuación conjunta favorece enormemente la obtención de buenos resultados".
Entre la tipología de los materiales hallados, destacó maderas -troncos y ramas caídos al mar, palés y tablones relacionados con la construcción, restos de embarcaciones naufragadas, residuos de pesca, así como sillas y mesas-, materia orgánica -vegetación y animales muertos-, plásticos -embarcaciones neumáticas, bidones, colchonetas de playa, balones, botes y botellas-, algas y otros objetos como tablas de surf, fibra de embarcaciones o recipientes de cristal.
La mitad de la basura recogida durante junio, julio y la primera quincena de agosto fue plástico, seguida por otros residuos como la madera y sus derivados, un 23 por ciento, según los datos aportados por el ente supramunicipal.
En este plan de limpieza, desarrollado por la Mancomunidad desde 2004, participaron dos tipos de embarcaciones diferentes para operar en las aguas litorales y en las playas.
En cuanto a la primera, modelo pelican, actuaron a partir de la línea de la costa, principalmente, en las áreas potencialmente más conflictivas como las proximidades de puertos, emisarios submarinos, conducciones de descarga submarinas o desembocaduras de torrentes. Su función principal es la prevención de contaminación en las zonas de baño y la recogida de sólidos flotantes y otros residuos en aguas de mar abierto, hasta seis millas de distancia de la costa.
La segunda barca, tipo gavina, reúne las prestaciones técnicas necesarias para operar en buenas condiciones de maniobrabilidad en espacios reducidos, para garantizar así la seguridad de los bañistas y tener acceso a las calas resguardadas, zonas de espigón y escollera. El trabajo prioritario de estas embarcaciones fue la recogida de sólidos flotantes.
La Mancomunidad también desarrolló un plan de balizamiento en las playas de Torremolinos, Benalmádena, Fuengirola, Mijas, Marbella, Estepona, Casares y Manilva, con un presupuesto cercano a los 425.000 euros.
El presidente del ente supramunicipal destacó que este programa, con una longitud total de balizada de 86.063 metros distribuidos en 56 canales, contribuyó a "garantizar la seguridad en las playas de la Costa de Sol, en un momento difícil para el turismo, al delimitar por ejemplo, las calles de entrada para embarcaciones".
Los planes de limpieza de aguas litorales y balizamiento de playas se mantendrán hasta mediados del mes de septiembre.