Cuando
Juan Carlos Campo, de perfil técnico más que político, ejercía de meritorio como ministro, saltó a las pantallas y portadas de los periódicos por el debate sobre la
prisión permanente revisable en un debate hosco en el Congreso de los Diputados. Con los
padres de las víctimas en la tribuna de invitados, el magistrado espetó a Rafael Hernando y Albert Rivera durante su intervención que “las víctimas
no pueden ser utilizadas, señores del PP y de Ciudadanos, ni ellas ni su dolor, y eso es lo que están haciendo” en una sesión que, dijo, sabe
“a ira, a rabia, a sed de venganza”.
Los diputados del PP exclamaron a coro
“¡qué gran error de Campo!”, y Rivera sentenció que “algunos portavoces
se han equivocado, especialmente el PSOE, acusando a las víctimas”. No era la primera vez que los socialistas se posicionaban en contra de esta medida, impulsada y aprobado con Mariano Rajoy como presidente. En octubre de 2017
el PSOE apoyó en la Cámara Baja una iniciativa del PNV para eliminarla. Podemos también votó a favor de la iniciativa de la formación jetzale.
Los
sondeos de opinión han concluido de forma unánime que existe un
respaldo mayoritario a la prisión permanente revisable por parte de la opinión pública. También atendiendo a sus inclinaciones políticas. Un estudio de Sigma Dos para El Mundo realizado a principios de 2019, por citar solamente uno de los innumerables que se han publicado desde marzo del año 2005, cuando entró en vigor, apuntaba que
“seis de cada diez votantes del PSOE; siete del PP, siete de Cs; cinco de Podemos, y unos elocuentes seis de otros partidos” la apoyaban sin matices.
Pese a todo,
el PNV ha vuelto a la carga. El grupo vasco formulará en la sesión de control que prevista en el Senado este martes una pregunta que pone el foco en la supresión de la prisión permanente revisable del Código Penal, según informó Europa Press. “Ni se ajusta a principios básicos del derecho penal como el de la humanización de las penas, desde el respeto a la dignidad de las personas,
ni resulta efectiva en su función disuasoria”, sostiene el portavoz de la Comisión de Justicia, Imanol Landa, quien recuerda que recientemente salió adelante otra proposición no de ley en el Congreso en este sentido.
La pregunta fue registrada
el mismo día que un violador reincidente secuestrara y matara a un niño de 9 años en Lardero, La Rioja, al que confundió con una niña por el disfraz que llevaba por la celebración de Halloween y que atrajo con engaños a su casa desde el parque cercano donde jugaba.
Los vecinos trataron de linchar a un monstruo que no puede permanecer libre ni un solo minuto y
hasta su muerte si el juez da por probada la autoría del crimen. Su reinserción es imposible. Hay que asumir que hay personas que, en realidad, son
bestias inmundas.
El debate no debe girar sobre el castigo. Está claro que debe permanecer aislado hasta su muerte. Sobre lo que hay que hablar es cómo reforzar la detección de este tipo de depredadores y cómo controlar que, tras un primer delito,
no pierdan definitivamente el control.