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Lunes 25/11/2024
 
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sociedad

Mirar el móvil es tan peligroso como conducir con exceso de alcohol

Las distracciones al volante son la principal causa de accidente en las carreteras españolas, según informa la DGT

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  • Móvil y coche.

Las distracciones al volante son la principal causa de accidente en las carreteras españolas, según informa la DGT. No en vano, el uso de un dispositivo como el móvil multiplica por cuatro el riesgo de sufrir un percance y entraña un riesgo equivalente a la conducción con exceso de alcohol.

Sin embargo, la noticia no nos pilla de nuevas, pues es algo que viene sucediendo desde hace cuatro años de manera consecutiva. En concreto, durante este 2019 han muerto 300 personas en las carreteras españolas por despistes en la conducción.

Por lo tanto, los seguros de coche cada vez atienden a más personas accidentadas por un uso indebido del móvil. Tampoco podemos pasar por alto que esta costumbre, aunque no origine un accidente, puede ser causa de multa. Así, la Ley de Seguridad Vial considera infracción grave conducir mientras usamos de manera manual dispositivos de telefonía móvil, navegadores o cualquier otro sistema de comunicación. También podemos ser sancionados si empleamos cascos, auriculares u otros dispositivos que disminuyan la atención. Incurrir en alguna de estas conductas puede acarrearnos una sanción de 200 euros y la correspondiente pérdida de puntos del carnet.

Lo cierto es que muy pocos se abstienen de utilizarlo mientras se encuentran al volante. Sin ir más lejos, según se desprende del informe Distracciones elaborado por RACE, el 76 % de los usuarios encuestados reconoce que suele utilizarlo no para hablar, sino para consultar mensajes, redes sociales o navegar, entre otros. En suma, se ensimisman en la pantalla durante unos segundos que aunque sean pocos pueden resultar cruciales para evitar un accidente.

De hecho, únicamente necesitamos un segundo, con el coche a 120 kilómetros por hora,  para recorrer una distancia de 34 metros en los que pueden suceder infinidad de imprevistos. Mientras que si conducimos a 60 km/h en un único segundo podemos avanzar 17 metros de insospechados peligros.

A esto se suma que en vías urbanas los conductores se exponen a atropellar mortalmente a cualquier peatón que transite por la vía pública y que, en ocasiones, irrumpen de manera inesperada. Así, por ejemplo, los niños que juegan son un clásico ejemplo de estos casos.

Por este motivo, desde la DGT nos animan a desterrar estos malos hábitos que pueden costarnos la vida. De este modo, recuerdan que solo debemos utilizar el teléfono en caso de emergencia y con el vehículo parado.

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