Los Mossos d'Esquadra han detenido a 36 personas que presuntamente formaban parte de una banda muy activa de ladrones violentos que cometió una cincuentena de robos en las comarcas del Barcelonès, Baix Llobregat y el Alt Penedès, según ha informado este jueves la policía catalana.
La banda estaba especializada en robos con fuerza en bares y restaurantes, aunque sus integrantes también aprovechaban para cometer hurtos, robos en domicilios y otros con violencia si tenían ocasión.
La investigación de los Mossos se inició tras constatar que en la segunda mitad de 2002 habían aumentado los robos en Viladecans (Barcelona), siendo los realizados en comercios los más numerosos.
Durante la investigación, los agentes pudieron constatar que los miembros de este grupo se estaban especializando en el tráfico de drogas en la vía pública, lo que les suponía una importante fuente de ingresos y que incluso vendían a menores de edad.
Un amplio dispositivo policial el 16 de mayo, con un centenar de agentes, llevó a cabo tres registros en domicilios de Gavà (Barcelona) y Viladecans, donde localizaron diversos objetos robados.
Los integrantes del grupo, con edades entre los 16 y 54 años y la mayoría de origen marroquí, utilizaban una casa ocupada de Gavà como punto de almacenaje y tratamiento, antes de su venta, del cobre procedente de diversos robos ocurridos últimamente en las instalaciones de riego del Parc Agrari del Baix Llobregat.
Asimismo, los agentes también registraron dos bares de la localidad de Viladecans que se utilizaban como puntos de reventa de los objetos robados, venta de drogas y centro de operaciones del grupo.
Los detenidos, que sumaban antes de esta operación más de 150 antecedentes policiales, fueron perfeccionando su organización hasta llegar a coordinarse entre ellos para repartirse las diferentes actividades y dificultar la investigación policial.
En este reparto de labores, había integrantes que escogían los objetivos, los que efectuaban vigilancias, los que se encargaban de asegurar la huida y los autores materiales de los robos.
Los Mossos imputan a los 36 detenidos cerca de una cincuentena de robos en las poblaciones barcelonesas de Viladecans, Gavà, Castelldefels, Sant Boi, Sant Climent de Llobregat, Avinyonet del Penedès y Barcelona, y tras pasar a disposición seis han ingresado en prisión y tres han ingresado en el CIE de Barcelona por su situación irregular en España.
