En concreto se les atribuyen diez robos con violencia -ocho en el distrito de Salamanca, uno en Retiro y otro en Chamartín-
La Policía Nacional ha desmantelado una banda de ladrones que se hacían pasar por repartidores de comida para robar a punta de pistola relojes de lujo, con precios que oscilan entre los 40.000 y los 100.000 euros, en los alrededores de restaurantes y hoteles exclusivos del centro de Madrid.
El grupo estaba formado por cuatro integrantes que, tras varios meses de investigación, han sido detenidos y enviados a prisión provisional, ha informado la Jefatura Superior de Policía de Madrid.
En concreto se les atribuyen diez robos con violencia -ocho en el distrito de Salamanca, uno en Retiro y otro en Chamartín- y un delito de pertenencia a grupo criminal.
La oleada de robos de relojes de lujo en barrios del centro de Madrid tuvo lugar el pasado verano. En agosto la Policía abrió una investigación al recibir varias denuncias por hechos similares.
Los sospechosos actuaban a cualquier hora del día, siempre ataviados como repartidores y vigilando en las proximidades de hoteles y restaurantes exclusivos, donde localizaban a posibles objetivos que portasen relojes de marcas de alta gama.
Una vez seleccionada la víctima realizaban un seguimiento a pie, en moto o en bicicleta, todo mientras avisaban a otros componentes de la banda para que llevasen a cabo el robo a punta de pistola.
"Ni se mueva, le vamos a robar el reloj", decían a la víctima mientras le apuntaban con el arma. Cuando se habían hecho con el botín huían del lugar a toda velocidad.
Los investigadores comprobaron que siempre elegían un perfil de víctima de alto poder adquisitivo y que portase algún reloj de lujo.
Tras varios meses de pesquisas los agentes lograron identificar a los presuntos responsables de los robos, quienes conformaban un grupo criminal con un claro reparto de tareas y que no dudaban en emplear la violencia en caso de no conseguir su objetivo.
La pasada semana la Policía organizó un dispositivo para desarticular el grupo y practicó tres registros en los que se intervinieron varios relojes de lujo, dinero en efectivo, así como ropa y complementos supuestamente utilizados en los hechos. También fue incautada la motocicleta con la que asaltaban a las víctimas.