Ve en la prevención la herramienta para convertir este cáncer en una enfermedad minoritaria
El 85 % de los casos de cáncer de pulmón se deben al consumo de tabaco, un porcentaje que podría esfumarse si los fumadores abandonasen el hábito. Lo cuenta a Efe la presidenta de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), Enriqueta Felip, que ve en la prevención la herramienta para convertir este cáncer en una enfermedad minoritaria.
En España se diagnostican anualmente unos 30.000 nuevos casos de cáncer de pulmón. "Si se consiguiera que nadie fumara, el número de diagnosticados bajaría al 15 %", es decir, se reduciría a 4.500 casos anuales, señala la presidenta de la SEOM, que recuerda que el tabaco es responsable del 30 % de los tumores y del 20 % de la mortalidad por cáncer.
Pese a estas cifras que sitúan a la prevención como clave para una reducción significativa de la incidencia, el Plan Integral para la Prevención y Control del Tabaquismo 2021-2025 sigue sin aprobarse, lo que ha provocado que el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT) haya dado la voz de alarma y expresado sus dudas sobre las "verdaderas intenciones" del Ministerio de Sanidad.
Las 46 organizaciones profesionales que integran el CNPT temen que finalmente Sanidad rebaje los objetivos del plan, que en origen apuesta por el empaquetado neutro y amplia los espacios libres de humo a terrazas e interior de los coches.
LA POBLACIÓN FUMADORA EN ESPAÑA SE HA ESTANCADO, AÚN FUMA EL 20 %
La presidenta de SEOM y jefa del grupo de tumores torácicos y cáncer de cabeza y cuello del Vall d´Hebron Institut d'Oncologia (VHIO) de Barcelona está convencida de que las medidas que contempla el plan integral de prevención son absolutamente viables, pero admite que la población fumadora española se ha "estancado", un 20 % mantiene el hábito y "preocupa" que haya una población joven fumadora.
Felip insiste en que las medidas de prevención tienen el consenso social científico y recuerda que hace unos años cuando se dijo que no se fumara en restaurantes parecía imposible, "y ahora todo el mundo lo ve bien".
"Hay que ir claramente hay espacios sin humo, en playas, en espacios deportivos o en el interior de un coche con un niño dentro", relata esta oncóloga, que apela a "trabajar juntos" porque "la prevención es cosa de todos".
Además de la prevención en el consumo de tabaco, Felip explica que los avances más importantes han venido de la mano de los tratamientos de precisión.
"Analizamos los biomarcadores de cada tumor en concreto para poder dar tratamientos más individualizados y la integración de la inmunoterapia, que ha supuesto un cambio muy importante", dice.
Sobre las vacunas para tratar el cáncer, la presidenta de SEOM admite que es algo en lo que se está trabajando, pero "no es inmediato".
EL CÁNCER DE PULMÓN YA NO ES UNA SENTENCIA DE MUERTE
Felip insiste en que la mortalidad por cáncer de pulmón ha disminuido gracias al menor consumo de tabaco y a los nuevos fármacos pero también ha mejorado la supervivencia del cáncer.
En España, dice, la supervivencia del cáncer, en general, a cinco años es del 62 % en el caso de las mujeres y del 56 % en los hombres". Felip subraya que "hay cánceres que se curan" y esto es importante porque tener la enfermedad ya no supone una sentencia de muerte.
A la prevención y a los hábitos de vida saludables se suma el consejo genético, en algunos casos, ya que un 5-7 % de los cánceres son hereditarios.
Esta oncóloga enumera los factores de riesgo evitables: el tabaco, el sedentarismo, una dieta inadecuada, algunas infecciones, un consumo excesivo de alcohol y la exposición al sol sin protección.
En el plano europeo, Felip señala que el objetivo para 2030 es salvar tres millones de vidas "viviendo más y mejor" y para ello, dice, hay que seguir investigando, prevenir, optar por tratamientos más individualizados y garantizar una atención multidisciplinar.
También es importante la equidad en el acceso al consejo genético rápido si está indicado, a las estrategias de cribado, a los programas de diagnóstico rápido y ensayos clínicos y a la atención paliativa y de soporte.
En definitiva, trabajar en la equidad para que el acceso a tratamientos integrales del cáncer sea igualitario.