Agentes de la Policía Local de Sevilla han detenido a los propietarios de un bar ubicado en la zona de la Macarena que permanecía en funcionamiento a las 3,00 horas de la madrugada de este domingo pese a que las restricciones implantadas por las autoridades para combatir la segunda oleada de la pandemia estipulan el cierre de las actividades a las 18 horas salvo en el caso de las consideradas como esenciales. Además, los detenidos acometieron contra los policías cuando les requirieron el cierre, motivo por el cual una agente ha resultado lesionada.
Los hechos sucedieron en torno a las 3,00 horas de la madrugada de este domingo, nueve horas después del horario de cierre fijado para los establecimientos no esenciales y cinco después de la hora establecida como limitación de la movilidad, dentro de las medidas adoptadas por las autoridades sanitarias para contener la pandemia por el Covid-19.
Los vecinos de la calle Victoria Kent, en el distrito Macarena, alertaban a la Policía Local sobre la presencia de clientes en el interior de un establecimiento hostelero, que seguía en funcionamiento tal y como se podía comprobar por la música y el ruido que procedía del interior.
Los agentes se personaron de inmediato en el lugar, pudiendo verificar que la actividad seguía en funcionamiento aunque tenía la persiana metálica bajada. Al llamar, los ocupantes bajaron la música pero no abrieron, por lo que pasados unos minutos, los agentes alzaron la persiana metálica.
En su interior se encontraban los propietarios del mismo, un hombre y una mujer, así como dos clientes. Todos estaban sin mascarillas y sin guardar la distancia de seguridad cuando consumían bebidas. Los agentes ordenaron el desalojo del establecimiento, encontrando cierta oposición a la orden por parte de uno de los clientes.
Durante la identificación, la propietaria, una mujer sin antecedentes penales, adoptó una actitud hostil hacia la actuación de los agentes, insultándoles y en un momento dado, acometiendo contra una agente golpeándola fuertemente en el pecho. Tras esto, los agentes procedieron a su detención, momento en el que también ocasionó lesiones en una mano a la agente que la detuvo y que requirió asistencia médica.
Mientras la mujer era detenida, su pareja, y propietario también del establecimiento, trató de evitarlo acometiendo contra los agentes, motivo por lo que fue igualmente detenido. Ambos fueron trasladados a dependencias policiales para ser puestos a disposición judicial. Durante todo el trayecto y en las citadas dependencias, la detenida no cesó de lanzar improperios y amenazas de muerte contra la agente que la detuvo.
El concejal de Gobernación y Fiestas Mayores, Juan Carlos Cabrera, ha hecho un "llamamiento a la responsabilidad de algunos hosteleros que, aisladamente, perjudican con sus actitudes a todo este sector que está haciendo un enorme esfuerzo. Es una actitud insolidaria y de competencia desleal que la Policía Local de Sevilla no puede consentir".