Ante la apuesta del alcalde de Sevilla, el socialista Juan Espadas, por implantar una tasa turística gracias a la cual recabar fondos con los que sufragar actuaciones de conservación y mejora del patrimonio histórico, la unión provincial de CCOO ha abogado por implementar dicha figura impositiva como "compensación" por el "esfuerzo" de los servicios públicos para que la ciudad encaje el impacto del turismo, reclamando además un carácter "progresivo" a la hora de aplicarla.
Mientras el primer edil ha defendido que dicha figura impositiva a los turistas "ha funcionado magníficamente" en Lisboa (Portugal), conectando la recaudación con las inversiones en materia de patrimonio histórico, el secretario de Acción Sindical de CCOO de Sevilla, Carlos Aristu, ha recordado que "estas tasas no son una novedad ni algo descabellado y ya funcionan de forma consolidada en más de 130 ciudades europeas, sin que haya causado ningún perjuicio a su atractivo como destinos turísticos".
"No se trata de penalizar al turista, sino que quien nos visita contribuya, con una pequeña parte del presupuesto de su viaje, al mantenimiento de la ciudad que están disfrutando. Si las turistas y los turistas se benefician del mantenimiento de las calles, de la limpieza, de la seguridad o del transporte público, es lógico que también contribuyan a su mantenimiento", ha argumentado, señalando la necesidad de "compensar" el "esfuerzo" de los servicios públicos ante el impacto del turismo en la vida diaria.
Pero además, ha señalado que CCOO de Sevilla apuesta también por "una progresividad en esta tasa". "Las tarifas planas en impuestos siempre benefician a quienes más tienen. Abogamos por que la tasa turística se articule de forma progresiva, bien con el pago de un porcentaje del precio de la estancia en un hotel o apartamento, como ocurre en Berlín, Rotterdam o Budapest; o con un precio cerrado por persona y noche dependiendo de la categoría hotelera como en otras ciudades españolas, la mayoría de las ciudades italianas o francesas", ha explicado Carlos Aristu.
Según Aristu, la ciudadanía de Sevilla "tiene que recibir del turismo algo más que precariedad y desigualdad". Y es que según avisa, "las cifras muestran cómo en 2018 visitaron Sevilla 1.249.872 personas más que en 2008, pero en ese mismo periodo de tiempo solo se crearon 965 nuevos empleos en el sector", cuyo salario medio se reduce a "menos de 675 euros al mes".
