Fiscalía pide prisión permanente revisable pero la defensa pide la pena mínima por homicidio imprudente ante la falta de pruebas concluyentes
La defensa de B.S.R, acusado del asesinato de su bebé de 6 meses por el que la Fiscalía pide prisión permanente revisable, solicita su absolución al ver "absolutamente extremas" las acusaciones "sin tener prueba alguna concluyente", o en todo caso, la pena mínima por homicidio imprudente.
En su escrito de defensa, al que ha tenido acceso Efe, el abogado del padre -en prisión provisional-, Juan Ignacio Fernández, se pregunta "dónde están las pruebas objetivas que acreditan" el "dolo" o que fuera el acusado "quien le diera el golpe al bebé" y "que le diera igual que su hijo falleciese".
Para el fiscal, el bebé murió en el hospital el 17 de junio del 2017 como consecuencia de una "brutal agresión" del padre que, cinco días antes estando solo con él en su casa, "con ánimo de causar la muerte a su hijo" o "en todo caso sin importarle que se muriera, apretándole la cabeza le chocó contra una superficie lisa y dura no determinada al tiempo que lo zarandeaba de forma brusca".
La defensa ve esas acusaciones "absolutamente extremas, fuera de lugar" con el fin de atribuir a B.S.R. un delito de asesinato "sin tener en cuenta prueba alguna concluyente que acredite la barbaridad de tales afirmaciones".
Insiste en solicitar un careo entre el acusado y una amiga de la pareja que llegó a la casa el día de los hechos, el 12 de junio, y que según la madre -a la que la Fiscalía pide un año y medio de prisión por abandono familiar y maltrato habitual, delitos que también imputa al padre- le confesó que el golpe que provocó una triple fractura craneal al bebé pudo habérselo producido ella al bajarlo corriendo por las escaleras para llevarlo al hospital.
El abogado de B.S.R. sostiene que "el tribunal debe considerar la duda razonable" de su "posible participación" en los hechos dadas su "contradicciones" en las declaraciones que ha prestado.
También alega que existen "múltiples contradicciones en los informes médicos" realizados y las declaraciones de los facultativos sobre el origen de las lesiones del menor, que para unos "no pudo ser por golpe" y para los forenses que practicaron la autopsia "tuvo que ser un fuerte impacto", por lo que reclama volver a escuchar en una vista previa al juicio, que se celebrará con jurado.
Según la versión del padre, el bebé se atragantó con el biberón e intentó salvarle la vida haciéndole el boca a boca, momento en el que llegó una amiga a la casa y lo llevaron al hospital, donde el niño murió cinco días después y los padres nunca hablaron de traumatismo aunque presentaba hematomas que la fiscal atribuye a un incidente anterior también con el padre y en presencia de la madre.
Para el abogado de B.S.R. "en ningún caso consta acreditado que nuestro defendido haya actuado con dolo o alevosía", por lo que en todo caso estaríamos ante un "homicidio imprudente".
Rechaza también los cargos de maltrato habitual pues "no hay un solo testigo que haya presenciado los supuestos malos tratos, y únicamente consta que en una sola ocasión, le aparecieron al bebé dos pequeñas marcas en la cara por darle el biberón y que B.S.R. lo quiso llevar al médico para que le vieran" pero la madre. R.F.G. "le dijo que no lo llevaran, porque pensaba que los Servicios Sociales le iban a quitar al bebé".
Respecto del delito abandono de familia, la defensa admite que "no hay justificación alguna para no haber acudido a algunas de las citas médicas" con Neonatología, ya que el bebé nació prematuro y fue operado de una perforación intestinal, pero alude a las circunstancias de unos padres "muy jóvenes", que "carecían de medios económicos" pues vivían de ocupas y a los que "los Servicios Sociales no consta que hayan ayudado".