El director general del Sevilla, José María Cruz, ha justificado hoy que el presidente José Castro usara una cuenta del club para viajes personales y otros conceptos porque desde 1998 la entidad ofrece cuentas corrientes a varios dirigentes para cargar gastos privados que luego reponen.
Cruz y el responsable de Administración del Sevilla, Javier Cano, han declarado hoy como testigos en el juzgado de instrucción 11 de Sevilla, que investiga presuntos delitos de administración desleal y falsedad en documento por parte de Castro en el uso de una cuenta de de la entidad, a la que presuntamente cargó más de 118.000 euros en viajes particulares y otros conceptos.
Estos hechos fueron denunciados ante la Fiscalía por el abogado y accionista minoritario Agustín Martínez -que también ha testificado hoy para ratificar su denuncia-, y el Ministerio Público solicitó la apertura de la investigación judicial al ver indicios de delito en varias "extracciones" de dinero de la cuenta del club realizadas por Castro "sin justificación alguna", entre 2013 y 2017.
Según fuentes del caso, Cruz y Cano han explicado que en 1998 el Sevilla creó cuentas corrientes a disposición de "los presidentes, administradores y socios destacados" inicialmente "para recibir aportaciones" de éstos al club "en momentos de dificultades económicas".
Posteriormente, con las arcas de la sociedad saneadas, estas cuentas se mantuvieran como una "facilidad" del club a sus administradores y socios con mayor dedicación, para cargar gastos privados que luego reponen mediante liquidaciones periódicas; si bien han reconocido que su uso no se reguló hasta el año pasado para fijar qué gastos pueden cargar, cantidades máximas y plazos de devolución del dinero.
Han asegurado que dichas cuentas y sus movimientos eran recogidos en la contabilidad del club y auditadas, incluso en dos auditorías de cumplimiento que "no pusieron reparo" alguno sobre unas cuentas de las que actualmente disponen, además del presidente, unos 15 directivos, administradores y socios destacados.
Han subrayado que no ha habido daño económico al club porque desde la creación de esas cuentas "nunca ha habido un impago" por cargos hechos que no se hayan repuesto.
En el caso de Castro, que declarará como investigado en el juzgado el próximo 26 de febrero, llegó a deber 300.000 euros al club por gastos personales cargados a esa cuenta que abonó mediante dos cheques el pasado agosto.
Para la Fiscalía, los gastos cargados por Castro a esta cuenta -entre ellos una transferencia de 50.000 euros a una sociedad suya, dos viajes a Santo Domingo en 2014 y extracciones de 30.000 euros sin indicar su destino- "van mucho más allá de lo permitido en el acuerdo tácito de existencia de tales cuentas, pensadas quizás para gastos de directivos en desplazamientos del club, compra de material deportivo, regalos, etc... en la tienda oficial".
La jueza también investiga a Castro por un presunto delito de falsedad documental en la transmisión de acciones, entre ellas una de un titular fallecido.
Cruz ha explicado que ésta fue comprada por la sociedad de Castro Sevillistas de Nervión a una persona que se la había comprado previamente a los herederos del titular fallecido.
Otro transacción bajo sospecha es la de un paquete 23 acciones cuyo propietario vendió parte a Castro y otra a un comprador distinto pero "por error" durante "14 días" aparecieron todas registradas a nombre del presidente, algo que se corrigió.
