La Catedral de Sevilla, declarada como Bien de Valor Universal Excepcional y Patrimonio de la Humanidad desde por la Unesco, lleva muchos años siendo pionera en lo que a conservación y restauración se refiere. Para potenciar su valor histórico y cultural, el Cabildo de la Catedral destina el
20% de los ingresos a trabajos de mantenimiento y restauración. Un templo que aúna el culto con la vista cultural, gracias a la cual pueden autofinanciar estos gastos que continuarán el próximo 2017 porque "aun queda mucho por hacer" como la limpieza de la Giralda, según ha apuntado Teodoro León, presidente del Cabildo de la Catedral de Sevilla.
La catedral, que comenzó a construirse hace alrededor de 600 años, ha cambiado en los últimos tiempos. Se está modernizando y restaurando aunque "tampoco se le puede hacer muchas cosas que rompan su antigüedad", tal y como ha asegurado Teodoro León en rueda de prensa. En el año 2016, estas actuaciones de restauración y conservación de la catedral ascienden a
más de 2.066.000 euros, y es que
"todo lo que se recibe -proveniente de las visitas culturales- hay que gastarlo", por lo que se invierte en el patrimonio arquitectónico e inmobiliario.
Debido a la detección de la corrosión de los refuerzos metálicos o zunchos de la
Giralda, Jaime Navarro, arquitecto-conservador de la catedral, prevé que para febrero del próximo año comenzarán las obras de "refuerzo epidérmico" de la fachada oeste. Debido a que hace muchos años que no se interviene, será un tratamiento superficial de consolidación y limpieza hasta la terraza de las azucenas. Navarro afirma que
"esta intervención no es caprichosa, es imprescindible" pero no se verán afectadas las visitas a la Giralda. La reforma de la fachada se abordará en cuatro fases de seis meses de duración cada una, y se estima que el importe de la restauración ascenderá a
300.000 euros por cada cara.
Entre las numerosas actuaciones de conservación de la catedral, el arquitecto Jaime Navarro y Ana Isabel Gamero, conservadora de Bienes Muebles de la Catedral de Sevilla, han señalado varias intervenciones destacables. La iluminación del Retablo Mayor y de las Capillas de San Pedro y San Pablo se ha renovado completamente a
tecnología Led ya que la instalación antigua "distorsionaba la imagen real", producía altas temperaturas y no ahorraba energía.
Otro de los trabajos se ha centrado este 2016 en la limpieza y consolidación de la fachada Renacentista y de las portadas "históricas" que sufrían "las patologías propias del tiempo" además de la problemática de la suciedad de las palomas. La galería técnica de la catedral ha sido modificada también albergando seis tubos enterrados que discurren por todas las naves del edificio que permiten la canalización de los cables.
Esta obra, nada llamativa para los visitantes,
"va a suponer un antes y un después porque estará en igualdad de condiciones con cualquier edificio del siglo XXI". Entre las actuaciones de conservación y limpieza del mobiliario predominan la de una de las cajas del órgano, el mantenimiento de dos de las vidrieras, el "tratamiento preventivo y curativo" del retablo de San Pablo o las mejoras en las Capillas de La Encarnación y La Inmaculada.