El entrenador del Real Betis, Víctor Sánchez del Amo, regresará el próximo miércoles al estadio de Riazor medio año después de su destitución como técnico del RC Deportivo, frente al que defenderá la renta (1-0) que obtuvo en el partido de ida de la eliminatoria de dieciseisavos de final de la Copa del Rey.
El Deportivo anunció el 30 de mayo, a la conclusión de la temporada pasada, que rescindía el año de contrato que le quedaba a Víctor como entrenador del conjunto coruñés, una relación que se había ampliado hasta junio de 2017 solo unos meses antes, en enero.
"El club quiere agradecer al técnico su apuesta, dedicación, esfuerzo y profesionalidad durante la etapa que ha dirigido al equipo en Primera División", apuntaba entonces el Deportivo.
Víctor, que llegó al Betis a mediados de noviembre tras haber sido destituido también por el Olympiacos griego, cogió las riendas del Deportivo en la temporada 2014-15 cuando quedaban ocho jornadas para la conclusión del campeonato.
En enero de 2016, el club gallego le amplió el contrato hasta junio de 2017, pero los malos resultados de la segunda vuelta y la gestión del vestuario le pasaron factura.
Poco después de renovarle, el Deportivo sufrió la eliminación en la Copa del Rey ante el Mirandés, de Segunda División, y los resultados en Liga empeoraron hasta el punto de que la permanencia se resistió hasta la penúltima jornada del campeonato.
Una vez conseguido el objetivo, el vestuario del Deportivo destapó los problemas y conflictos que se vivieron a lo largo de la temporada: hubo jugadores que acusaron a sus compañeros de falta de profesionalidad, el agente del portugués Luisinho aseguró que Víctor había intentado destruir su carrera y Cani afirmó que había visto más problemas este curso que en toda su carrera.
Ante ese panorama, el propio técnico compareció en la previa del partido ante el Real Madrid (última jornada del campeonato) para referirse durante 45 minutos a la situación del vestuario y solo conceder preguntas sobre el encuentro.
En su discurso, Víctor afirmó que Luisinho llegó a amenazarle diciéndole que tenía que jugar o que le iba a causar problemas, y acusó a Alberto Lopo de ser bipolar en los entrenamientos, ya que cuando sabía que iba a jugar entrenaba de una forma y, cuando sabía que no iba a tener protagonismo, lo hacía de otra.
La del Deportivo fue su primera experiencia como técnico principal después de haber sido ayudante de José Miguel González, 'Míchel', en el Getafe, el Sevilla y el Olympiacos.
Víctor, que inicialmente firmó contrato por lo que quedaba de la temporada 2014-15 y una más, logró que el Deportivo continuara en Primera después de haber empatado (2-2) en la última jornada con el Barcelona en el Camp Nou tras ir perdiendo 2-0.
El buen arranque de la temporada pasada propició que el club le renovara el contrato en enero por una campaña más, aunque en principio habían negociado, incluso, ampliarlo por tres, hasta 2019.
Cuando firmó aquella prórroga de su contrato, el presidente del Deportivo, Tino Fernández, llegó a asegurar que, si por él "fuera, no tendría ningún entrenador más" en su "estancia en el Deportivo" como mandatario, pero los planes cambiaron en la segunda vuelta.
De nada le sirvió a Víctor conseguir el objetivo de la permanencia en la máxima categoría del fútbol español en las dos temporadas en que estuvo al frente del Deportivo.
El madrileño, que vestido la camiseta del conjunto coruñés como jugador, incluso llegó a ser reconocido por LaLiga como el mejor técnico de la primera vuelta de la temporada 2015-16.
Es el noveno que más partidos ha dirigido al Deportivo (46) en la elite del fútbol nacional, lejos de los 266 de Javier Irureta, y empató casi la mitad, el mayor porcentaje con el conjunto coruñés en Primera.
De hecho, con Víctor, el Deportivo firmó el récord de igualadas de la Liga en una temporada (18), que ostentaba el Burgos desde la 1990-91.
El técnico también se fue del club con la goleada más abultada de la historia del Deportivo en Primera División, el 0-8 ante el Barcelona en el estadio de Riazor el 20 de abril.
Los deportivistas batieron su marca personal de jornadas consecutivas encajando goles en una misma temporada (19) y solo dejaron siete veces la portería a cero, su registro más bajo en Ligas de Primera con 20 equipos.
Cuando anunció la destitución del técnico, el presidente del Deportivo afirmó que se había debido a una suma que dio como resultado un "saldo final que se considera insuficiente para afrontar el nuevo proyecto" que empezaba el club y admitió que las "dudas" que había sobre si era el idóneo para seguir al frente de la plantilla provocaron su salida.
"Sacar trapos sucios nunca ayuda a nadie, ni al causante de los trapos sucios ni al que lo saca. Hay un ámbito interno en el que tenía que haberse hecho. Así se lo hice saber a Víctor", sostuvo entonces el dirigente.
Víctor, por su parte, se despidió a través de las redes sociales: "Triste día, pero mirar atrás y pensar en vosotros reconforta, graciñas polo voso apoio (gracias por vuestro apoyo). Mis mejores deseos para O Noso Dépor (Nuestro Dépor). Os llevo en mi corazón", escribió el entrenador, que menos de siete meses después vuelve a Riazor con el Betis.