El Ayuntamiento de Sevilla ha resuelto definitivamente el contrato del servicio de ayuda a domicilio, que entrará en vigor el día 1 de enero de 2017, un nuevo contrato para 2017 con el que se apuesta por incrementar el número de trabajadores, pero también aumentar los 3.000 usuarios que se benefician del servicio actualmente, esperando alcanzar un 30 por ciento más de personas atendidas.
En rueda de prensa, el concejal delegado de Empleo y Bienestar Social, Juan Manuel Flores (PSOE), ha explicado que ya se ha culminado la tramitación de este servicio, que cuenta con un presupuesto de 34 millones de euros y en el que se ha aplicado de modo "exhaustivo" las cláusulas sociales impulsadas por Juan Espadas. Así, se ha apostado por rebajar el peso que tenía en la contratación la baja económica, pasando del 60 al 40 por ciento, dando mayor importancia al proyecto técnico (40%) y a las cláusulas sociales (20%).
Este nuevo contrato pasa a disponer de cuatro lotes, de los que han sido adjudicatarias otras tantas empresas "para facilitar la competitividad", tras haberse presentado ofertas de un total de 13 firmas.
El primero de los lotes, centrado en Casco Antiguo, Triana y Los Remedios, se ha adjudicado a Asisttel Servicios Sociales S.A., por 6,1 millones; el lote perteneciente al área este de la ciudad ha sido para Claros S.C.A., por 8,2 millones; el tercero, que engloba Macarena, ha sido para Servisar S.L., por 6,7 millones, y el último lote --Nervión, San Pablo y Sur-- será para Clece, que es quien ofrece actualmente el servicio en la ciudad, por 13,7 millones.
En este marco, se prevé un incremento de los alrededor de 1.200 trabajadores con los que se cuentan, de coordinadores y auxiliares de coordinación especialmente. Flores explica que en los anteriores contratos había un coordinador cada 175 usuarios y que ahora será cada 150. Además, existía un psicólogo y un terapeuta ocupacional, a los que a partir de enero se unirán educadores sociales.
El responsable de Bienestar Social añade que parte de los nuevos trabajadores que se tengan que ir incorporando por sustituciones o bajas, entre otros, al menos el diez por ciento será para colectivos concretos, como parados de larga duración, mujeres, víctimas de violencia de género o con alguna discapacidad. "El objetivo principal es mejorar la ayuda a domicilio, además de la calidad y la cantidad de trabajadores", añade.