Un juez de Sevilla ha condenado a la aseguradora del Servicio Andaluz de Salud (SAS) por el fallecimiento de una anciana de 82 años de edad a la que no se le retiró un anticoagulante tras ser ingresada en un centro hospitalario.
En una nota de prensa, la asociación 'El Defensor del Paciente' ha informado de que el Juzgado de Primera Instancia número 20 de Sevilla ha dictado una sentencia, que ya es firme al no haber sido recurrida, donde condena a la aseguradora del SAS al pago de una indemnización más intereses y costas.
Los hijos de la víctima no quieren hacer pública la cuantía de esta indemnización al entender que "lo importante es el hecho en sí de la pésima asistencia y la condena al sistema público de salud".
Los hechos se remontan al 2 de junio de 2014, cuando la paciente ingresó en el Hospital Reina Sofía de Córdoba por una fractura de cadera tras una caída accidental.
Tras ser operada, la anciana fue tratada con anoxaparina subcutánea, una heparina cuya finalidad es evitar trombos tras una intervención quirúrgica "pero que, curiosamente, tiene riesgos de provocar lo mismo que se trata de evitar, esto es, una trombosis venosa profunda", según resalta 'El Defensor del Paciente', que ha representado a la familia de la fallecida.
Este riesgo de trombosis venosa profunda se empezó a ver en el hemograma con una caída de plaquetas, motivo por el que se efectuaron controles diarios.
Pese a que el 15 de junio de 2014 la mujer presentó una bajada súbita de más del 50 por ciento del recuento plaquetario, que se siguió produciendo en los días sucesivos, "dato inequívoco de una trombocitopenia", el hospital "no le suspendió el tratamiento con heparina, como era su obligación", de manera que la paciente falleció como consecuencia de un embolismo pulmonar, por la trombosis venosa que le provocó la heparina.
El magistrado considera que se le debió retirar la anoxaparina y sustituirlo por otro anticoagulante, habiéndose evitado con ello el fallecimiento.