“No se puede hablar de excelencia ni en Andalucía ni en España, cuando tú coges cualquiera de los rankings que se hacen en muchos países del mundo y ninguna universidad española está en las doscientas primeras”. Es uno de los motivos por los que el Defensor Universitario de la Pablo de Olavide, Carlos Alarcón, tacha de “falaz” y “excesivo” el calificativo de “excelencia” que los responsables políticos ponen en sus discursos oficiales a nuestro sistema educativo en general y al universitario en particular.
Así lo hizo anoche durante La Entrevista de Ondaluz Sevilla TV, en la que Alarcón evaluó el sistema con un notable porque “si comparamos con la Universidad de años 60 es distinto”. También opina que hay que ser conscientes de que sigue habiendo muchos problemas importantes y “con voluntad política se puede favorecer que se vayan resolviendo”.
El Defensor de la UPO hizo hincapié, de un lado, en la necesidad de un sistema de financiación adecuado a las necesidades de cada universidad porque “la autonomía sin financiación no es autonomía y hay que avanzar en un marco justo y equilibrado”. De otro lado, apuntó que “sería interesante que la carrera docente se estructura de tal manera que en un mismo departamento no se pueda favorecer a personas por motivos que no sean de curriculum o actitudes”.
Antes de acceder a este cargo el pasado 1 de julio tras conseguir la mayoría absoluta del Claustro de la UPO, el también Catedrático de Filosofía del Derecho ha ejercido durante este último año como Comisionado de la Defensoría Universitaria. El resultado ha sido un informe con un centenar de asuntos tramitados, la mayoría iniciados por estudiantes y por el procedimiento de queja.
También puso en valor la figura de los defensores universitarios en la mejora del sistema y lo ejemplificó en el acuerdo alcanzado hace un año por el que los estudiantes que padecen una enfermedad grave o accidente no tengan que pagar sobrecargos de matrícula si repiten curso.