Siete nuevos documentos sobre la actividad recaudatoria de Cervantes en Andalucía, que precisan fechas y lugares del paso del autor del Quijote por la región, han sido hallados por el archivero municipal de la Puebla de Cazalla (Sevilla), José Cabello Núñez.
En coincidencia con el cuarto centenario de la muerte de Cervantes, los documentos serán próximamente publicados en la revista "Anales Cervantinos", que edita el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, según ha anunciado a Efe el investigador, quien suma estos hallazgos a otros siete documentos sobre la vida de Cervantes también encontrados por él en archivos sevillanos en 2014 y 2015, seis de los cuales ya fueron publicados.
Los siete nuevos documentos están fechados en 1592, todos relacionados con la actividad de Cervantes como comisario real de abastos en el antiguo reino de Jaén, cuando se hallaba al servicio de Pedro de Isunza, proveedor general de las galeras de España.
Los documentos ahora estudiados fueron localizados entre los protocolos notariales de Sevilla que se conservan en el Archivo Histórico Provincial de la capital sevillana y remiten a su vez a otras pruebas documentales, también sobre la actividad de Cervantes, cuyo actual paradero es aún desconocido, según el investigador.
Cabello Núñez ha reunido toda esta información en un trabajo titulado "Cervantes estuvo aquí. Documentos Cervantinos en los archivos andaluces" y la ha dado a conocer en un foro científico recientemente celebrado con motivo del Día Internacional de los Archivos.
Los nuevos documentos se refieren a la presencia de Cervantes en la villa jiennense de Porcuna que, según el investigador, "sólo era conocida gracias a someras referencias halladas por los cervantistas Luis Astrana Marín, José Antonio Cabezas y Luis Corona Tejadas, en un par de documentos que sólo ofrecen información sobre las cantidades de trigo y cebada que finalmente fueron sacadas por Cervantes en el mes de enero de 1592".
Hasta ahora se conocía que los comisarios Diego de Ruy Sáenz y Miguel de Cervantes, por una comisión de Pedro de Isunza, fechada en el Puerto de Santa María el 1 de octubre de 1591, habrían de obtener 60.000 fanegas de trigo de una amplia relación de lugares pertenecientes al obispado de Jaén, entre ellos Porcuna.
Los siete documentos que ahora amplían el conocimiento sobre aquellas tareas de aprovisionamiento de víveres son dos cartas de pago, dos poderes notariales, dos libranzas de Pedro Isunza y una certificación firmada por Cervantes el 13 de enero 1592 ante el escribano público de Porcuna, Francisco de Vargas, justificativa de haber recibido del concejo de esta villa 196 fanegas de trigo para proveer a las galeras.
Las dos cartas de pago, otorgadas en Sevilla en octubre y noviembre de 1592, reflejan las cantidades de 2.744 reales y 2.120, acreditativas de haber pagado al concejo de la villa de Porcuna, por 196 fanegas de trigo, y por otras 130 de trigo y 50 de cebada, respectivamente, recaudadas por Cervantes.
Los poderes notariales son los otorgados en mayo y octubre del mismo año por el concejo de la villa de Porcuna a un vecino de Sevilla llamado Cristóbal Ramírez de Aguilera para que cobrara el importe total de los cereales recaudados por Cervantes.
Y las dos libranzas de pago, firmadas por Isunza en El Puerto de Santa María, ambas el 7 de septiembre de 1592, ordenaban los pagos que se debían al concejo de Porcuna.
Los nuevos hallazgos documentales de Cabello Núñez sobre la actividad de Cervantes en Andalucía empezaron cuando encontró en el archivo municipal de La Puebla de Cazalla un convenio entre el Ayuntamiento y el propio Miguel de Cervantes, fechado el 5 de marzo de 1593, para que este pudiera efectuar la requisa de trigo y cebada como comisario de la Hacienda Real.