La Audiencia Provincial de Sevilla ha condenado a tres años y diez meses de cárcel por un delito de homicidio en grado de tentativa a un hombre diagnosticado de esquizofrenia que intentó matar a puñaladas a su propio padre en mayo del pasado año 2013.
En la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, la Sección Primera de la Audiencia considera probado que los hechos tuvieron lugar sobre las 15,30 horas del 10 de mayo de 2013, cuando el acusado, José Manuel R.D., se encontraba en compañía de su padre en la cocina del domicilio familiar.
En ese momento, se inició una discusión entre ambos en el marco de la cual el condenado, "con ánimo de atentar contra la vida" de su padre, cogió un cuchillo de cocina de la encimera, le empujó haciéndole caer al suelo y le propinó numerosas puñaladas en diferentes partes del cuerpo.
De este modo, el acusado le propinó varias puñaladas en la zona izquierda del tórax, si bien no logró conseguir su propósito debido a la intervención de su madre, que le arrebató el cuchillo y lo arrojó por el balcón, y gracias a la rápida actuación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y los servicios sanitarios.
Cuando se personó una dotación de la Policía Nacional en el lugar, el procesado esgrimía otro cuchillo de 18 centímetros de longitud y mango de madera, que le fue intervenido en el momento de la detención.
El tribunal considera que las puñaladas recibidas pusieron en peligro la vida del padre del acusado, aunque la muerte no se produjo gracias a la rápida actuación de los servicios sanitarios.
En el momento de los hechos, el acusado tenía diagnosticada una esquizofrenia de larga evolución, así como un consumo de tóxicos también de larga evolución, lo cual le había producido un deterioro cognitivo progresivo y mantenido en el tiempo. Así, en el momento de los hechos sufrió una descompensación psicótica aguda que le afectó "de manera significativa" a sus capacidades intelectivas y volitivas.
En el juicio, el acusado reconoció los hechos, dice el tribunal, que señala que en este caso "consta acreditado el ánimo de matar, tanto por el instrumento utilizado, un cuchillo de cocina, como por el número de puñaladas y zona del cuerpo a la que se proyectaron, algunas en la zona izquierda del tórax".
Por todo ello, la Audiencia Provincial condena al acusado a tres años y diez meses de prisión por un delito de homicidio en grado de tentativa con la eximente incompleta de anomalía o alteración psíquica, mientras que también le impone la prohibición de acercarse a menos de 200 metros de su padre durante cuatro años y diez meses.