El dúo onubense Antílopez se encuentra en plena gira nacional de presentación de Por desamor al arte y deja la última fecha del año para Sevilla. Tras agotar entradas en su última comparecencia en el Teatro Cajasol, vuelven con su segundo disco y un nuevo show al mismo escenario, será el próximo domingo, 15 de diciembre de 2013.

Para describir lo que estos originales artistas desarrollan en un escenario se podría hablar de un nuevo concepto de hacer música. Cancionistas deSgenerados. ChiripopAbsurdo Depresivo con Catarsis Tragicómica.

Decir que Antílopez es un grupo sin precedentes en España es no faltar a la verdad. No es muy frecuente ver que artistas mezclen música, humor y espectáculo en tan altas dosis de calidad. Interactúan con el público de una manera extrañamente natural y sus conciertos se convierten en una fiesta divertida en la que el buen gusto musical e interpretativo se convierte en un hilo conductor que une varios elementos.

Sus canciones, una mezcla adictiva de pop y music hall traspasan fronteras y se cuelan en las radios de medio mundo. Estribillos y letras soberbias que beben de artistas como Les Luthiers o Nacha Guevara, todo ello acompañado de una producción y un sonido tremendamente internacional.

Quizás por ello han marchado a grabar su nuevo álbum Por desamor al arte a Londres, a los famosos estudios Lightship 95, alojados en un barco flotante sobre el río Támesis.

De ahí su proyecto viajó hasta Sevilla, Los Ángeles y Milán, bajo la dirección de Jaime Roldán y acompañados de acreditados músicos que garantizan un resultado final de alta escuela.

Además,en este trabajo cuentan con la colaboración especial de El Cuarteto Maravilla, uno de los artistas revelación en el teatro de variedades, y de Alejandro Romero, el único músico español perteneciente al afamado Cirque du Soleil.

Antílopez se encuentra inmerso en una carrera meteórica que los ha llevado por casi toda la geografía nacional con éxitos rotundos. Colgar el cartel de “No Hay Billetes” se está convirtiendo en rutina por allí por donde pasan.

Su llegada a Sevilla constituye, por tanto, un soplo de aire fresco a la programación prenavideña y una oportunidad de olvidar los problemas cotidianos, por unas horas, para embarcarse en una aventura donde, además de la buena música, las sonrisas y las carcajadas están aseguradas.

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