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Jueves 14/11/2024
 
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Sevilla

El punto de inflexión en las Tres Mil: “La Policía ha pegado un golpe en la mesa”

El comisionado para el Polígono Sur, Jaime Bretón, cree que el gueto está en las 624 viviendas e insiste en derribar los tres edificios vacíos

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  • Bretón ve la droga y la inseguridad como el principal problema del barrio y que si no se actúa, será difícil recuperarlo

El comisionado para el Polígono Sur, Jaime Bretón, ha considerado que las macro redadas que se están desarrollando en la barriada de las Tres Mil Viviendas tras el tiroteo con armas de guerra ha supuesto un “punto de inflexión” en el que la Policía Nacional “ha pegado un golpe en la mesa” frente a la droga, el principal problema de convivencia que sufre el barrio.

Según ha expuesto en Acento Andaluz, el programa de 7TV que presenta y dirige Fernando P. Monguió, ya habían “avisado” de que los tiroteos al aire y la ostentación de armas iban “in crescendo”, aunque nunca se había visto con armas tan sofisticadas, y hay una “segunda generación” que, además de dedicarse a la delincuencia y a la droga, consumen “y es más agresiva”. “La Policía Nacional ha pegado un golpe en la mesa, el que veníamos reclamando”, aseguraba Bretón, actuaciones que deben tener continuidad “a ver quien se aburre antes, si los malos o el estado de derecho”.

A su juicio, el tiroteo ha facilitado la labor policial, ya que “no te dan autorización para intervenir en un bloque de viviendas” sino que tienen que ir “pisito a pisito”, cuando son además pisos de titularidad pública adjudicados hace décadas y que se han ido vendiendo ilegalmente, por lo que los titulares ya no son los mismos.

“Me causó indignación y tristeza”, reconocía Bretón, que apuntaba que las familias normalizadas, especialmente mujeres mayores que llevan toda su vida en el barrio, están “atrapadas y secuestradas”, con “energúmenos plantando marihuana” en el piso de al lado o que les extorsionan intentando comprarles su piso por el precio más bajo.

Para Bretón, suponen un riesgo “para la seguridad física y para la salud”, porque los enganches ilegales les dejan sin luz e incluso pueden provocar incendios, mientras ya se han detectado que los niños llegan al colegio “oliendo a marihuana” y en los centros de salud, problemas por estar inhalando todo el día.

Por mucho esfuerzo que hagamos, desde las administraciones y desde el tercer sector, por la formación, por la reinserción, la droga es una competencia desleal” y dificulta que un joven no se dedique a ella si ve al vecino o al primo que gana 3.000 euros, tiene un BMW o un Iphone de última generación. “Es una vía rápida que destroza el ascensor social y cae el castillo de naipes, hay muchos problemas pero la inseguridad y la droga lo lastra todo”, decía, y acabar con eso facilitaría recuperar el Polígono Sur y otros muchos barrios de cualquier ciudad.

Preguntado por si considera el Polígono Sur como un gueto, puntualizaba que lo componen seis barrios y el que sí es un gueto es las 624 viviendas, en Martínez Montañés, donde se encuentran los tres bloques vacíos, propiedad de AVRA, que él ha propuesto tirar y que trasladó al alcalde porque “tiene más fuerza” que el comisionado. Reiteraba que hay consenso vecinal para que se derriben los bloques y se regenere como zonas verdes “o para una cancha de baloncesto”.

Si se rehabilitan, nadie quiere irse a vivir allí”, apuntaba Bretón, dada la negativa incluso de los últimos chabolistas que quedan en el barrio y el miedo de los vecinos a que suponga un nuevo foco de conflicto si reubican a personas excluidas. “¿Te vas a gastar 1.200.000 euros en rehabilitar un edificio para que te lo machaquen a los seis meses?”, decía Bretón, explicando que las reticencias de AVRA podían estar en la pérdida patrimonial de esos espacios pero es la propia Gerencia de Urbanismo la que está de acuerdo en que no se vuelva a edificar en un suelo “que vale lo que vale” y que puede revertir a la ciudad como zona verde.

Según Bretón, la primera fase sería el derribo de esos bloques y, la segunda, realojar al 20% de residentes normalizados de los edificios donde el 80% son plantaciones de marihuana, y estos sean recuperados o derribarlos si así se decir.

 

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