Los colectivos memorialistas de Sevilla han decidido mantener la concentración que habían convocado para este domingo ante la basílica de la Macarena, donde la madrugada de este pasado jueves concluía la exhumación de los restos mortales del general golpista Gonzalo Queipo de Llano y del auditor de guerra Francisco Bohórquez Vecina, merced al requerimiento formulado por el Gobierno central a la hermandad por la reciente reforma de la Ley estatal de Memoria Democrática, que prohíbe la presencia de restos de dirigentes del golpe de Estado de 1936 en lugares preeminentes de acceso público.
Paqui Maqueda, presidenta de la Asociación Nuestra Memoria, ha manifestado a Europa Press que la tumba de Queipo de Llano en la basílica de la Macarena era "el mayor símbolo fascista de Andalucía" y "ha sido cumplido el objetivo" de que dicho templo dejase de acoger los restos del citado general golpista.
Según la Real Academia de la Historia, "las estimaciones más fiables cifran en alrededor de 40.000" las personas "ejecutadas en el territorio dominado por Queipo" tras el golpe de Estado de 1936, señalando que "sólo en la ciudad de Sevilla se han contabilizado 4.200 ejecuciones y otras 9.000 en la provincia".
Empero, Paqui Maqueda ha avisado de que aún "quedan muchos símbolos fascistas" por retirar y los colectivos memorialistas mantienen la reivindicación de que el cortijo de Gambogaz, localizado en Camas y perteneciente a la familia de Queipo de Llano, "revierta a lo público" y sea convertido en un museo de la memoria histórica y democrática.
A tal efecto, ha llamado a esclarecer las "manipulaciones" mediante las cuales Queipo de Llano se hizo con los terrenos del cortijo, pues según los activistas, la compraventa de los suelos habría sido supuestamente "simulada" a cambio de perdonar la vida al dueño de los mismos, en prisión a la fecha de la formalización de la operación.
También ha señalado la necesidad de debatir sobre el contenido de la reciente reforma de la Ley de Memoria Democrática, de la que deriva la exhumación de los restos mortales de Queipo de Llano y Bohórquez Vecina.
Y es que el artículo 38.3 de la nueva Ley de Memoria Democrática estipula que "los restos mortales de dirigentes del golpe militar de 1936 no podrán ser ni permanecer inhumados en un lugar preeminente de acceso público, distinto a un cementerio, que pueda favorecer la realización de actos públicos de exaltación, enaltecimiento o conmemoración de las violaciones de derechos humanos cometidas durante la Guerra o la Dictadura".
Es más, el artículo 35.5 señala directamente que "cuando los elementos contrarios a la memoria democrática estén ubicados en edificios de carácter privado o religioso, pero con proyección a un espacio o uso público, las personas o instituciones titulares o propietarias de los mismos deberán retirarlos o eliminarlos".
Merced a la nueva regulación, la Secretaría General de Memoria Democrática del Gobierno central remitía una carta a la hermandad de la Macarena, informando de tales disposiciones y urgiendo a acometer las mencionadas exhumaciones, pues el hermano mayor, José Antonio Fernández Cabrero, había asegurado que su entidad estaba "esperando que le digan qué tiene que hacer"; considerando que no debía tomar una "decisión" propia al estar sus hermanos "divididos" sobre el asunto.
Eso sí, ya en 2016, el pleno del Ayuntamiento de Sevilla aprobaba con la abstención de Cs y el voto contrario del PP una moción que reclamaba ya que el templo de la hermandad de la Macarena dejase de acoger los restos mortales de Queipo de Llano a cuenta de los miles de fusilamientos perpetrados bajo su mando.
La idea, según Paqui Maqueda, es aprovechar la convocatoria del domingo para debatir todos estos aspectos y, además, "celebrar" el hito de la exhumación de los restos de Queipo de Llano y Bohórquez Vecina de la basílica de la Macarena. Es decir que el motivo de la movilización ha sido "reconducido", para que cuente esta vez con un "matiz de celebración".
