El alcalde hispalense, Antonio Muñoz, se mostraba ayer satisfecho en el informativo local de 7TV Sevilla de haber conseguido marcar el debate en dos asuntos que considera fundamentales para la ciudad, como es la Ley de Capitalidad, que confiesa no cree que para las elecciones municipales de 2023 esté aprobada, y la tasa turística, que insiste en que para conseguirla “explorará las dos vías”, la autonómica, cuyo debate denuncia se ha cerrado “sin escucharnos”, y la estatal con la Ley de Haciendas Locales.
“Es la hora de Sevilla”, aseguraba Muñoz para defender que los dos debates que han propiciado tienen como elemento común el “defender el interés general” y que “Sevilla quiere más, jugar un papel fundamental y que los presupuestos de la Junta de Andalucía y del Estado sean coherentes” con la importancia de la ciudad, las necesidades de financiación y las infraestructuras que necesita.
Muñoz ha reflexionado que la Ley de Capitalidad a veces se identifica sólo con la financiación, por ejemplo, los 30 millones extra que ha conseguido Zaragoza, la última gran ciudad en estar bajo el paraguas de esa ley, aunque considera más importante el “diálogo permanente” a través de las comisiones bilaterales con las administraciones para negociar en cuestiones como el Metro, equipamientos de colegios o centros sanitarios o la planificación de eventos.
“¿Por qué no Sevilla”, se preguntaba el alcalde, que insistía en que será una de las exigencias que lleve a la reunión, aún por cerrar, con el presidente de la Junta, del que espera “sensibilidad” para que se apruebe en el Parlamento andaluz la Ley de Capitalidad. Eso sí, consideró “difícil” que antes de mayo, de las elecciones municipales de 2023, esté aprobada.
Tras la negativa del consejero de Turismo, Arturo Bernal, a abrir el debate de la tasa turística, algo que han hecho “sin escucharnos”, ha vuelto a defender que la tasa permitiría a Sevilla recaudar 7 millones, que el turismo en Andalucía “no es sólo la Costa del Sol” y que “ninguna ciudad ha disminuido sus visitas”. Y ha vuelto a insistir: será transparente en su gestión y el destino se consensuará con los empresarios, para promoción, para rehabilitación de patrimonio y para “amortiguar problemas en los vecindarios, como en el Barrio Santa Cruz”.
“Se puede conseguir con una norma autonómica o con la Ley de Haciendas Locales, tengo dos ventanas y voy a explorar las dos”, concluía.
Obras y Metro
Sobre las quejas por las continuas obras, ha insistido en que son prueba de que la “ciudad está viva” y puso como ejemplo el pasado fin de semana, con las actividades culturales, los espectáculos o los congresos, “prueba inequívoca de su viveza y por eso Sevilla necesita reurbanizarse, cambiar su movilidad, porque llevamos muchos años de retraso acumulado”.
“No voy a desaprovechar ninguna oportunidad para recabar fondos en cualquier convocatoria de ayudas para proyectos aunque haya molestias”, insistía, recordando los beneficios, por ejemplo, de la reapertura al tráfico entre los puentes de Barqueta y Alamillo. “Más que obras es un proyecto y tiene una finalidad más que justificada, que es el fin de la depuradora de San Jerónimo”, decía. Y añadía: “Pensemos cuando llegue la obra del Metro, que va a ser una cicatriz urbana en Pino Montano. ¿Estamos de acuerdo en que se haga?”, explicaba.
Sobre la negociación de los presupuestos municipales, apelaba a la “generosidad” de los grupos para buscar “un punto de encuentro”, al entender que “lo mejor” es que Sevilla tenga sus presupuestos para 2023 “y en mayo, el gobierno de turno, que modifique lo que estime conveniente”.
En cuanto a la formalización de su candidatura, ha avanzado que el calendario del PSOE marca que para enero o febrero se establezcan “las personas que me van a acompañar” aunque ha dejado claro que en estos momentos “no me distrae porque estoy en la gestión, gestión, gestión y en la recuperación para superar el paréntesis de la pandemia”, con proyectos como el tranvía, el tranvibús o la “ansiada línea 3 del Metro”.