La Hermandad de la Resurrección ha puesto fin a una Semana Santa casi plena, en la que, a excepción de la irrupción de la lluvia durante las jornadas del Lunes y el Martes Santo, todas las cofradías han podido realizar su estación, reencontrarse con sus hermanos, devotos y barrios, presentar estrenos muchos con dos años de retraso (algunos incluso más) y, sobre todo, dejar en la retina de la ciudad una de sus fiestas mayores más representativas.
Tras dos años de pandemia, la Semana Santa de Sevilla ha vuelto a vivirse en las calles y plazas, con un gran número de nazarenos en las calles, excesivos en determinados momentos, especialmente en las calles céntricas en las que ha habido veces en las que los pasos han ido incluso más rápidos que sus cortejos, a pesar del esfuerzo de algunas por aglutinar en sus tramos a cuantos más nazarenos mejor.
Los retrasos también han sido habituales, incluso antes de entrar en carrera oficial, y en más de una ocasión las hermandades han tenido que esperar el paso de anteriores o precedentes, aunque sin los conflictos sonoros de otras épocas y destacando especialmente la coordinación.
La Semana Santa de 2022 será, además de la de la vuelta a la normalidad, que incluye las bullas, las sillitas plegables y los ya habituales aforamientos de determinados cruces y cercanías a templos, también ha venido a consolidar la retirada de veladores antes del paso de las cofradías y la ley seca en la Madrugá, lo que ha provocado que a primeras horas de la mañana muchos bares de las zonas afectadas optaran por abrir y muchos, para vender al exterior.
Lo más destacable ha sido, sin duda, que ha sido una Semana Santa plena. Si Sevilla se echó a la calle en las Vísperas y el Domingo de Ramos, el Lunes Santo vio cómo las hermandades optaban por desafiar las previsiones meteorológicas y la lluvia obligó a renunciar a su estación de penitencia a Santa Marra, Las Penas y El Museo, mientras Las Aguas, que sí salió pero no completó su estación, tenía que volver a su templo. San Gonzalo y Santa Genoveva, aunque alterada por la lluvia, sí realizaron su estación, mientras San Pablo tuvo que esperar al Sábado Santo para volver a su barrio y Redención tendrá que esperar a este lunes por la noche, todo tras coordinarse a través del Cecop.
Las ansias del Lunes Santo se tornaron recelo el martes y las hermandades fueron más conservadoras: a cada parte negativo de previsiones se iban sucediendo los anuncios de renuncia a realizar la estación de penitencia y, entre charcos y chubascos intermitentes, hasta que llegó el aguacero de la tarde-noche, Sevilla se quedó sin Martes Santo.
Pero el tiempo perdonó a Sevilla y le procuró una Semana Santa plena, en la que por primera vez la Virgen del Valle procesionó sin palio, ya que está en plena restauración; la Quinta Angustia retomó después de un siglo la música tras su misterio; La Virgen de los Dolores de Resurrección estrenó su nuevo palio; y tantos y tantos estrenos se vieron en las calles de Sevilla tras dos años, muy largos, de espera.
De entre ellos, los de la propia Hermandad de la Resurrección que cerraba la Semana Santa, como el techo de palio y bambalinas, además de angelitos y esquinas del canasto del paso del Señor, así como la restauración de saya de salida y toca de sobremanto y las varas de los enlaces.
La Resurrección se encuentra conmemorando el 50 aniversario de la aprobación de sus primeras Reglas (19 de marzo de 1972), con un amplio programa de actos y cultos cuyos hitos más destacados serán la salida en Vía Lucis de Nuestra Señora de la Aurora el 22 de mayo y la extraordinaria de la Sagrada Resurrección del 22 de octubre, ambas en este 2022.
Este año se también se han estrenado las marchas “Vida” (Alejandro Blanco Hernández), “Santa María de la Aurora” (José León Alapont) y “Luz de la Aurora” (Borja Romero González), mientras una representación de Protección Civil de Sevilla ha acompañado la presidencia del paso del palio, después de que en enero la Virgen de la Aurora fue nombrada patrona de esta agrupación.