El Ayuntamiento de Sevilla, en una inversión impulsada por la Gerencia de Urbanismo y Medio Ambiente, en coordinación con la Delegación de Participación Ciudadana, Educación, Igualdad y coordinación de distritos y el distrito Nervión, ha iniciado las obras de consolidación y conservación del antiguo pabellón de ingresos de la cárcel de Ranilla, con una inversión de 1,1 millones de euros.
En una nota de prensa, el Ayuntamiento ha informado este viernes de que los trabajos son la primera fase para la adecuación de este edificio como nuevo centro de referencia de la memoria histórica, un proyecto que será definido con un proceso de participación que lidera el Consejo Municipal de Memoria Democrática, que mantiene la próxima semana su primera reunión de constitución.
El delegado de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo, el socialista Antonio Muñoz; la delegada de Participación Ciudadana, Igualdad, Educación y Coordinación de Distritos, Adela Castaño (PSOE), y el delegado del Distrito Nervión, el socialista Francisco Javier Páez, han visitado las obras, cuya finalización está programada para el segundo semestre del año 2022.
"Después de la transformación que ha experimentado todo el entorno en los últimos años, con el parque, el centro cívico y la sede de la Delegación de Gobernación, esta inversión cumple el compromiso que teníamos con los vecinos y con las entidades memorialistas de recuperar este edificio para el distrito y para toda la ciudad y que sea un símbolo de la memoria histórica", ha explicado Antonio Muñoz, quien ha destacado que esta inversión se enmarca dentro de la estrategia de recuperación del patrimonio histórico que ha puesto en marcha el Ayuntamiento, con un presupuesto de más de 30 millones.
El proyecto adjudicado a la empresa Alberto Domínguez Blanco Restauración Monumentos S.L. se centra en la conservación de cubiertas, muros y estructuras, necesarias para el mantenimiento de la edificación. Se trata, por tanto, de obras de consolidación "respetuosas con el valor histórico, patrimonial y social de este inmueble", ha abundado el Ayuntamiento. Se busca garantizar su seguridad y ejecutar las actuaciones necesarias para que pueda ser recuperado como un espacio para el Distrito Nervión y para la ciudad.
La propuesta de intervención recoge la sustitución de la estructura horizontal y de las cubiertas, para ejecutar una serie de forjados similares a los actuales capaces de soportar las nuevas cargas del edificio y que van anclados a los muros existentes. Para las cubiertas se plantea la colocación de una nueva estructura auxiliar, paralela a la actual, con el fin de soportar mejor los refuerzos. No obstante, se mantiene la original dado su "interés y singularidad" como elemento arquitectónico de principios del siglo XX.
Se aprovecha, además, el desmontaje de la cubierta actual para la instalación de nuevas capas de aislamiento térmico e impermeabilización que mejoren el "comportamiento energético" del edificio. Conjuntamente, se traza e instala una nueva red de saneamiento para asegurar el perfecto funcionamiento de este equipamiento en el futuro. Por último, se reponen los tejados con la teja actual, tras las labores de aportación o de recuperación y limpieza necesarias.
Una vez que finalice este proyecto, arrancan los trabajos para la adecuación del antiguo pabellón de ingresos como nuevo centro de la memoria histórica. Para ello, la delegada de Participación Ciudadana, Igualdad, Educación y coordinación de distritos, Adela Castaño, ha anunciado que, la próxima semana, se aborda el proceso de participación para "convertir este inmueble en un referente de la memoria histórica a nivel autonómico y lo haremos, además, con la participación de las entidades memorialistas, tal y como nos hemos comprometido".
El pabellón de ingresos de la antigua prisión fue edificado entre los años 1923 y 1930 según un proyecto de Luis Aranguren. Está declarado Lugar de Memoria Histórica de Andalucía e incluido en el Catálogo General de Patrimonio Histórico.
