La primera vuelta al mundo supuso un hito histórico acompañado de varios descubrimientos
Hace hoy 500 años que Juan Sebatián Elcano zarpó de la islas de las Especias, las Molucas, para comenzar desde las antípodas la hazaña de una travesía inédita que le permitió completar la primera vuelta al mundo nueve meses después tras la muerte de 15 tripulantes.
Cuando Elcano desplegó las velas de la nao Victoria en Tidore para regresar a Sevilla por del sur de África sabía que asumía una ruta desconocida y peligrosa porque no podía tocar tierra debido al Tratado de Tordesillas, que repartió el mundo entre España y Portugal.
El marino vasco descartó volver por el Pacífico, por donde había llegado cuando la flota la dirigía Fernando Magallanes, porque en los más de dos años de navegación por la zona supo que los vientos le ayudarían a regresar por el oeste y que en diciembre evitaba los temidos monzones.
Elcano zarpó junto a otro de los cinco barcos que comenzó la expedición, Trinidad, que tuvo que regresar a tierra por una vía de agua y retomó después la navegación pero con destino a Panamá, lo que no logró. "Y nos separamos, al fin, llorando", narra el cronista Pigafetta.
La misión de Elcano era navegar hasta España sin escalas en un barco de apenas 28 metros de largo porque podía ser apresado por los portugueses, que controlaban la ruta hacia las Molucas pero costeando.
En esa dura travesía atravesó el paralelo 40, donde encontró unos enormes vientos conocidos como los "Cuarenta rugientes" que aún son el temor de los navegantes, y pasó el también el duro Cabo de Buena Esperanza al sur del continente africano.
Todo ello con un barco que hacía agua, lo que les obligaba al uso constante de la bomba de achique, y comiendo solo arroz hervido con agua de mar.
Las duras condiciones de la navegación provocó una constante muerte de tripulantes, lo que hizo que Elcano tomara una rara decisión en un capitán de barco: votar si se hacía una escala.
Tras la votación decidieron parar en Cabo Verde, unas islas del Atlántico controladas por los portugueses, y para evitar ser apresados simularon que regresaban de América, aunque el ardid fue descubierto y tuvieron que zarpar con prisas dejando atrás a 13 marinos, que meses después fueron rescatados.
La primera vuelta al mundo supuso un hito histórico acompañado de varios descubrimientos, como que para la tripulación era día 9 de julio y para los portugueses era 10.
El cronista Pigafetta explica la diferencia de la siguiente forma: "navegando siempre hacia el oeste, siguiendo el curso del sol y habiendo regresado al mismo punto, debíamos ganar veinticuatro horas sobre los que permanecían en el mismo sitio; y basta reflexionar para convencerse de ello".
Finalmente llegan a Sevilla el 8 de septiembre de 1522 solo 18 escuálidos marineros, con carga de especias suficientes para que el negocio de ir y volver a las Molucas fuera rentable.
Pero Elcano es consciente de que, además del rédito económico, ha logrado un hito, y así se lo hace saber al rey Carlos V cuando le escribe una carta nada más tocar tierra en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) dos días antes de volver a Sevilla.
"Mas sabera tu alta magestad, lo que en mas avemos de estimar y tener es que hemos descubierto e redondeado toda la redondeza del mundo, yendo por el oçidente e venyendo por el oriente", dice de forma concisa el capitán vasco.