San Fernando vivió un Martes Santo completo tras el vacío de el Lunes Santo. A pesar de que la lluvia hizo acto de presencia brevemente, las calles se llenaron de público deseosos de cofradías en la calle.
El paso del Prendimiento estrenaba el frontal dorado, lo que ya deja ver lo que será ese gran paso. A su salida el paso del Señor se volvió hacia el cementerio mientra sonaba La muerte no es el final como homenaje a su capataz Juan José Alba, fallecido recientemente, y todos los fallecidos en esta pandemia, un momento de gran emoción. La Virgen del Buen fin iba exornada con todas las flores rosas en apoyo a todas aquellas mujeres que sufren cáncer de mama. El paso salía a los sones de Mater Mea, en honor de los fallecidos por la covid.
La Pastora abría las puertas por primera vez este año para la salida de la cofradía del Huerto, salida que estuvo acompañada musicalmente por la Coral Logar de la Puente, para poner en carrera a los pasos. Destaca el paso por las curvas de Capitanía donde se realizó una ofrenda al busto del Beato Marcelo Spinola al paso de la Virgen de Gracia y Esperanza; también destaca el rezo de la Estación menor, por parte de una representación en el interior de la iglesia Mayor. El paso del Cristo contaba esta año con un aspecto diferente al haber estrenado los bordados de las ropas del apostolado, que acompaña a Jesús
La tercera de las hermandades en salir a la calle era Caridad. Su salida a los sones de Caridad para mi hijo, marcha del año 1993 que le dedicara su autor José Ribera Tordera a la hermandad. La banda Maestro Agripino Lozano acompañaba el único paso de la cofradía de la castrense.La hermandad tras aparecer la lluvia, decidió acortar recorrido por Real, recogiéndose en torno a las 22.30 horas. Las otras dos hermandades, mantuvieron sus itinerarios aunque aligerando sus recorridos.