Sonrisas, muchas sonrisas. La soleada mañana de sábado alcanzó el mediodía con la salida de la que sería la alegría, por excelencia, de la jornada. El pasacalles infantil de las Fiestas Patronales, más conocido como los “Cabezudos”, volvió desde su última vez en 2019, poniendo el listón alto. Niños y padres acudieron a la cita de este pasacalles que, dificilmente se pudo entrever quién se lo pasó mejor. Un pasacalles que tradicionalmente tiene asegurado el éxito en cada salida por la alegría que desprende atravesando las calles de Rota y que hace a pequeños y mayores disfrutar de una mañana ilusionante entre personajes infantiles, cabezudos, baile, música y risas.
Acompañado por la Banda de Música Zoilo Ruiz Mateos, el pasacalles que arrancó desde el colegio Luis Ponce de León y concluyó frente al Castillo de Luna, citó a numerosas familias con ganas de pasar un momento en compañía de sus seres queridos, pero también a grupos de amigos, nuevos y conocidos, que aprovecharon este pasacalles como excusa para disfrutar de una Rota inundada de algo que hacía tiempo que no se frecuentaba: el ansiado "ambiente". Ese que teníamos tantas ganas de recuperar.
Repletos de ilusión, los personajes infantiles no perdieron oportunidad para animar este pasacalles con divertidos bailes y prestarse a ser fotografíados con los más pequeños de la casa para rememorar el momento. Un día especial, en el marco de las Fiesta Patronales 2021 que, con caída de cabezudo incluida en la Plaza de España, llenó de vida las calles de localidad, dos años después de la última vez que se celebraba este pasacalles infantil, debido a que en 2020, tuvo que verse obligado a ser suspendido debido a las restricciones sanitarias impuestas con motivo de la pandemia, al igual que toda la programación festiva que acostumbra Rota en honor a la Virgen del Rosario.
El transcurso del pasacalles se desarrolló con normalidad, en el tramo de la calle Ruben Darío se suspendió la música para las personas sensibles al ruido y la mayoría de las personas, niños y mayores, asistieron utilizando la mascarilla. En definitiva, estos “cabezudos” y esta vuelta a la normalidad festiva en cuanto a las celebraciones tradicionales han devuelto la ilusión a un pueblo que tenía ganas de volver a celebrar “lo suyo” y vivir las experiencias de siempre, como nunca antes.