Este pasado año, en Andalucía se vendieron más de 86.400 coches. En comparación con 2020, cuando se vendieron más de 90.000 vehículos, la matriculación de un año a otro cayó en un 4%. Concretamente, Málaga, Sevilla y Cádiz han sido las provincias donde más se han vendido, aunque esta tendencia a la baja es generalizada en todas las provincias.
Sin embargo, las cifras se encuentran alrededor de un 32% más bajas de lo que eran en la época prepandémica. Esta es una situación que preocupa al sector ya que, aunque la demanda va creciendo, existe una demora generalizada en la producción debido al estallido del coronavirus y la crisis de los microchips que, si los datos no son del todo buenos, la demora en la cadena de producción tampoco ayuda.
El agotamiento en el stock provoca que los pedidos se acumulen. Mateo Santamaría, gerente de un concesionario local en Rota, asegura que nunca se había experimentado una lista de espera de tal magnitud desde los 70. “No podemos pedir con la fecha de entrega exacta que podíamos saber antes de la pandemia. Ahora tenemos el hándicap de que pedimos algunos vehículos y no nos dan fecha de entrega”, indica.
