Los novillos de la ganadería de María Aristain fueron de gran calidad. La espada privó de trofeos al rondeño en el primero de su lote.
Con media plaza ayer viernes la Real Maestranza de Caballería acogió la tradicional novillada sin picadores de la feria. La tarde se cerró con un único trofeo para el novillero rondeño Manuel Garrido.
Por resumir, basta con decir que los novillos de María Aristrain de la Cruz estuvieron a la altura y, quizás, por encima de los espadas.
El mexicano, Juan Pedro Llaguno, ofreció una gran imagen en sus dos astados perdiendo la posibilidad de lograr trofeos al fallar en la suerte suprema.
‘El Primi’demostró mucha voluntad pero se le vio un poco verde durante toda la tarde.
Por su parte, el rondeño, Manuel Garrido, estuvo muy bien es sus dos novillos, aunque se le notó algo falto de rodaje, malogrando la faena con la espada en el primero y logrando la única oreja de la tarde en un difícil novillo que cerró plaza.
Destacar la actuación del subalterno Morenito de Ronda que se mostró muy bien en el capote y en las banderillas.